Calmemos los deseos de hablar sobre Shakespeare y su maravilloso Sueño de una noche de verano, un texto del que dicen que su propio creador se burlaba de la presunta cursilería de Romeo y Julieta. Calmemos la necesidad de mentar los hechizos, la arrebatada poesía, la subversión, el misterio y la embriaguez de los sentidos que significa esta obra.

Porque lo único que podemos hacer, desde la perspectiva teatral, es recordar que durante estos meses la actividad escénica se saca al calle, a los teatros al aire libre, y a lugares extraordinarios. Me refiero a los múltiples festivales que pueblan la geografía española y sus programaciones pensadas para ser sueños de las noches de verano. Y en muchas ocasiones para los veraneantes. Desde esta perspectiva, le señalo algunos festivales por si coinciden con sus viajes estivales o se convierten en escusas para dichos viajes. En primer lugar, cobra gran resonancia el Grec Festival de Barcelona, la principal cita de la ciudad con el teatro, la danza, la música y el circo. Es un festival con una larga tradición que en 2018 llegará a su edición número cuarenta y dos. El Grec se ha convertido durante este tiempo no solo en la principal atracción cultural del verano barcelonés, sino también una referencia en el calendario europeo de festivales. No se pierdan la tanda de espectáculos indisciplinados programados en la presente edición. Otro de los platos fuertes es, sin duda, el Festival de Almagro. En esta edición se podrán ver al unísono que la producciones nacionales de teatro clásico, algunos venidos de fuera, en especial de Colombia, el país invitado. No obstante, destaca La vida es sueño que presenta el francés Théâtre de la Tempéte. El otro vértice de este triángulo lo compone el 64 º Festival de Teatro Clásico de Mérida. Montajes como Electra, Ben Hur, Nerón o Filoctetes poblarán las noches del teatro Romano.

Pero el teatro estival no solo vive de estos festivales. Es el caso de Olmedo Clásico que alcanza su 13ª edición con una docena de piezas clásicas, entre ellas dos estreno, uno de ellos Rey Lear, lo último de Atalaya. Siguiendo el viaje podemos hacer una parada en Olite, cuyo festival ofrece una revisión de clásicos como Shakespeare, Cervantes y Molière. No muy lejos de aquí podemos recrearnos en el Festival Internacional de San Javier, con un programa que no suele fallar, y menos en esta ocasión conde el evento está a un año de cumplir las 50 ediciones. No me olvido del festival de Verano de Clunia, de la Feria de Teatro de Castilla y León (Ciudad Rodrigo), o el Encuentro Internacional de Artistas callejeros de Aguilar del Campo. Y tampoco de los más cercanos, el Festival de Teatro Clásico Castillo Peñíscola y el de Teatro y Humor de Benicàssim. Y, claro, tampoco de Sagunt a escena.

Sagunt a Escena calienta motores

Antes de su estreno oficial, previsto para el 31 de julio con el espectáculo de calle Aigua, coproducido por el IVC, el Port de Sagunt acogerá la programación previa del festival del 25 al 29 de julio. Durante los dos primeros días, los espectáculos de calle serán los protagonistas, con un montaje del Circo Gran Fele y una obra de la compañía de circo balear A tiro fijo. La obra de la compañía Pasión por Sagunto, La ciudad factoría, se podrá ver del 27 al 29 de julio en la Casa de Cultura y trata la historia del puerto y a la siderurgia. También destaca el seminario «directoras frente a los clásicos», en el que 12 mujeres vinculadas a las artes escénicas (Carmen Portaceli, Magüi Mira o Inma Sancho, entre ellas) reflexionarán sobre la adaptación de figuras míticas en el espacio escénico. En fin, un aperitivo.