El verano es la estación del año que ofrece mayor número de posibilidades para aquellos que quieren practicar deporte durante sus vacaciones. Estas semanas, proliferan los deportes al aire libre y, sobre todo, aquellos que se practican en la playa o el mar.

Entre los deportes acuáticos, el buceo es uno de los más destacados y populares entre la gente. Se trata de una actividad que permite su desempeño con diferentes fines, desde el deportivo, hasta el recreativo o de investigación.

El buceo es una actividad subacuática que requiere de una preparación básica, ya que, al adentrarse en un medio ajeno, las personas se someten a riesgos en su integridad física. Es por esto, que, antes de practicar este deporte, es necesaria una preparación previa, tanto física como mental, a través de un entrenamiento reglado y supervisado por profesionales.

El entrenamiento básico de cualquier centro de preparación de buceo consta de una primera toma de contacto para los iniciados, que consiste en un «bautizo» de a penas unos minutos, en el que el individuo aprende los mecanismos básicos para respirar y aletear. El siguiente paso consiste en un curso de siete días, integrado por clases teóricas y prácticas -en piscina primero y en la mar, posteriormente-, y que otorga a quien lo cursa una titulación en el deporte.

Esta preparación sirve para minimizar riesgos y acostumbrar a la persona a los riesgos de un medio diferente, como es el agua.

En los últimos años, ha cambiado mucho la preparación previa al desarrollo de esta actividad. El presidente de la Federación de Actividades Subacuáticas de la Comunidad Valenciana (FASCV), Eduardo Canet, asegura que, quince años atrás, la formación era «muy estricta, casi militar». Ahora, las posibilidades que tiene la gente para practicar este deporte son mucho mayores y el entrenamiento se sustenta en mejorar el trabajo aeróbico para aprovechar al máximo la energía que tiene cada persona, ya que se trata de una actividad muy exigente físicamente.

Eduardo Canet asegura que, actualmente, «cualquier persona bien preparada puede practicar el buceo» y que no importa la edad: «Tenemos gente federada desde los doce años, hasta los ochenta y cinco». Incluso, ya desde los ocho años, hay niños que empiezan con su «bautizo» en el buceo.

Otra parte fundamental de la preparación previa a meterse en el agua es la revisión médica, necesaria para asegurarse que no existen riesgos añadidos en la salud de la persona que quiere practicar el buceo. Eduardo Canet afirma que es conveniente realizar una revisión médica «cada dos años».

Respecto a los riesgos que supone practicar el buceo, es necesario afirmar que, con las mejoras técnicas aplicadas a los equipos de buceo y la mayor preparación de aquellos que lo practican, el índice de accidentes relacionados con el buceo ha bajado notablemente, hasta el punto de ser uno de los deportes más seguros actualmente. «El buceo es uno de los tres deportes con menor siniestrabilidad, junto con el ajedrez», confirma Eduardo Canet. «El problema es que es muy caro», afina el propio presidente de la FASCV, y es que, los rescates en accidentes relacionados con buceo suelen requerir de desplazamientos de grandes dispositivos de ayuda.

Otro de las preocupaciones de la gente a la hora de decantarse o no por practicar el buceo, es el precio del equipamiento. Eduardo Canet rompe con este mito y asegura que, «para practicar el buceo, te basta con comprarte un bañador. Se puede alquilar todo, desde las gafas, hasta las botellas». Eso significa que, por un total de 25 o 30 euros, cualquier persona puede alquilar el equipo necesario para bucear. Para aquellos que quieran adquirir en propiedad el equipamiento para bucear, Eduardo Canet estima un precio mínimo cercano a los 600 euros: «a partir de ahí, cada uno puede gastarse lo que quiera, como en todo».