Los Jardines de Viveros de València acogen, este fin de semana, el último del verano, el primero del otoño, los «Días de Parque», unas jornadas repletas de actividades (música, gastronomía, juegos) para pasar en familia y al aire libre. La cultura mediterránea (la vida en la calle), el buen clima, un nuevo concepto de diseño de las ciudades y la crisis económica convierten los grandes -y pequeños- parques urbanos en alternativas turísticas (pequeños oasis, minibosques, espacios de aventura) gratis y al lado de casa.

Sin salir de València ciudad, de sus parques y jardines, uno puede viajar en el tiempo (jardines históricos) o con la imaginación (jardines temáticos) e incluso aprender (Jardí Botànic) o cruzarla de parte a parte a través del particular y único Jardín del Turia. Del Parque de Cabecera a la Ciutat de les Arts i les Ciències y l´Oceanogràfic, el Jardín del Turia (más de 9 kilómetros lineales, lo que le convierte en uno de los pulmones verdes urbanos más grandes de España) bulle de actividad de todo tipo y a todas horas. Articulado por tramos, incluye pistas deportivas y el parque infantil del Gulliver (una figura de 70 metros en toboganes) y pasa junto al Palau de la Música. Los Jardines del Turia son un lugar ideal para el running , las mascotas, la bici o los seagway y un lugar de encuentro habitual de macrocitas (castillos, ferias, carreras, etc).

Entre los grandes parques, el de Cabecera, de carácter metropolitano, recrea el paisaje original del Turia dando protagonismo al agua. Con recorridos peatonales y ciclistas y la montaña-mirador, hito visual del parque desde la ciudad (15 metros) que ofrece vistas panorámicas del propio parque y la Sierra Calderona. Cuenta con auditorio, un lago con barcas, antiguas alquerías... La vegetación está formada por bosques de ribera, pinares mediterráneos y árboles exóticos. En total, más de 4.145 árboles, 30.900 arbustos, 72.700 tapizantes y 156.300 metros cuadrados de pradera.

Pero el gran veterano es Viveros, el más emblemático por su historia, valor cultural, ecológico y paisajístico, extensión y diversidad botánica. Su trazado responde a diversos estilos de jardinería que incluyen la «rosaleda». Casi tres mil ejemplares arbóreos.

El Jardín Botánico de la Universitat de València tiene su origen en un huerto para la enseñanza de la botánica u hort de simples del siglo XVI. En el siglo XVIII, con la llegada de la Ilustración y el apoyo de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, se instaló el nuevo jardín, más adaptado a los avances científicos extramuros de la calle de Quart. Su época de esplendor le llegó bajo la dirección del catedrático de Botánica Félix Pizcueta, entre 1829 y 1863. Poco después se amplió el jardín hacia el Paseo de la Pechina, se construyó el invernadero de la Balsa y a finales del siglo XIX se construyó el gran umbráculo, obra de Arturo Mélida. Hoy cuenta con una importante colección botánica, con unas tres mil especies de árboles y plantas provenientes de los cinco continentes, destacando la colección de palmeras y árboles tropicales o la de cactus y otras plantas del desierto.

El Parque del Oeste (43.750 metros cuadrados) construido en los terrenos del antiguo cuartel del Ejército del Aire, fue inaugurado en abril de 1995. Un avión -un Sabre F 86, primer avión a reacción que entró en servicio durante la guerra de Corea en los años 50- preside el jardín en su parte central, una explanada que sirve de auditorio de conciertos y otras actividades lúdicas. Este jardín dispone de un completo equipamiento para niños, con una ´ameba´ de juegos infantiles, una zona de patinaje y otra de monopatín y pistas de petanca.

El parque de Benicalap, uno de los de mayor tamaño, se encuentra situado en unos antiguos campos de naranjos. Cuenta con grandes instalaciones deportivas ( tenis, frontenis, fútbol y baloncesto, balonmano- fútbol sala y piscinas abiertas); zona de relax, juegos infantiles y teatro-foro.

El Parque lineal de Benimàmet es fue resultado del soterramiento de las vías del tranvía. Tiene zona de picnic. En el de Marxalenes, cobran protagonismo las alquerías (Barrinto, de origen medieval, la del Foraster, la de Luna, la de Boro Baus, la de Félix). También una fábrica de aceite y la primera Estación de Ferrocarril metropolitano de finales del siglo pasado. El parque cuenta con aula de la naturaleza, una biblioteca infantil, una escuela de jardinería y unas instalaciones deportivas para la práctica del fútbol, tenis o baloncesto además de una zona de juegos infantiles.

Situado entre el Cementerio General y el Barrio de Sant Marcel.lí, el Parque de la Rambleta (más de 14 hectáreas) supera el ámbito del barrio para constituirse en un equipamiento de escala urbana que comprende servicios deportivos, de ocio y tiempo libre y culturales, además de un jardín caducifolio y vegetación mediterránea. También hay parques en Orriols y Malilla y otros barrios.