Aitana García, Calp

En todas las escuelas de Calp no existe más que una persona que se encarga de las atenciones de niños/as que sufren algún tipo de discapacidad. El único colegio que actualmente ofrece este servicio es el CP Paternina.

La desatención de este alumnado se pone de manifiesto en la historia que ayer contó la madre de una niña, de diez años de edad, que se quedó inválida en muy poco tiempo al sufrir una grave enfermedad. Según explicó su madre, Maria José Marques Rodríguez, la pequeña se incorporó al colegio Azorín de Calp en febrero de este año - tras haber permanecido varios meses en rehabilitación-, escuela en la que estaba matriculada desde que inició su educación hace cinco años.

Según continuó Marques, los informes psicológicos recomendaban la incorporación de la niña «a su entorno habitual», es decir, al mismo colegio donde había hecho sus amigos, donde tenia el apoyo de sus profesores y en el que también está escolarizado su hermano pequeño, para de esta forma, sufrir el menor impacto posible.

Una vez de vuelta, destacó Marques, «pedí que una persona que se encargase de las atenciones de mi hija en el colegio Azorín». Así, el director del establecimiento demandó un «cuidador», que sin embargo fue «rechazado» por la Inspectora de Educación Territorial, Mª Luisa Oltra, quién contestó que para que la niña reciba las atenciones correctamente de una persona especializada debería «trasladarse al colegio CP Paternina donde actualmente se encuentra la única persona especializada en este tipo de cuidados de Calp», explicó la madre.

Fue entonces cuando MªJosé Marques, empezó a ir ella misma a atender los cuidados de su hija a la escuela. Ahora con el nuevo curso, «no puedo seguir con esta situación», advirtió. De esta forma, Marques, volvió a solicitar un «cuidador» para su hija al creer que «legalmente le corresponde tener una persona que le atienda durante la jornada escolar». La negativa de la Inspectora de Educación volvió a ser contundente y en esta ocasión añadió, según destacó Marques, que «no va a hacer nada e incluso amenaza con sacar a la niña del colegio Azorín y llevársela al Paternina». Esta situación desesperada, ha provocado que la familia de la niña haya denunciado los hechos tanto a la Conselleria y al Defensor del Pueblo de donde esperan una rápida respuesta para que su hija pueda recibir los cuidados y, con estos, la educación adecuada en el colegio en el que ha permanecido desde hace cinco años.

La Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras del País Valencià denunció ayer que esta situación «impide la correcta escolarización» de alumnos que sufren algún tipo de discapacidad. Asimismo, instaron a las administraciones responsables a tomar medidas ante esta situación ya que supone una «vulneración del derecho constitucional a la educación».