M. Vilaplana, Benilloba

La concejala tránsfuga del PSOE, Rosalía Llorens, accedió ayer a la alcaldía de Benilloba, tras prosperar la moción de censura presentada junto al PP y el Bloc en contra de la socialista María Elena Mira. La concejala nacionalista, Yolanda Campos, rompió a última hora el pacto que había firmado con el PSOE, y que habría permitido un gobierno de coalición de ambos partidos a cambio de la dimisión de la hasta ayer alcaldesa.

El Ayuntamiento de Benilloba acogió al mediodía de ayer la votación de la moción de censura que la concejala Rosalía Llorens había posibilitado tras pasarse al grupo mixto y dejar al PSOE en minoría. De nada sirvieron las casi tres semanas de negociaciones entre las direcciones comarcales del PSOE y el Bloc, que habían desembocado en un pacto que habría permitido a los socialistas mantener la alcaldía.

El acuerdo, rubricado por Yolanda Campos, planteaba como mayor exigencia la dimisión de la hasta ayer alcaldesa, María Elena Mira, que incluso ya había entregado la carta de renuncia de su puño y letra a los dirigentes nacionalistas. En el pacto también se especificaba que la concejala del Bloc se habría integrado en el gobierno municipal con dedicación parcial y asumiendo las mismas delegaciones que ocupaba Rosalía Llorens. Sin embargo, a la hora de la votación, Yolanda Campos optó por respaldar la moción de censura, dejando en papel mojado el acuerdo con el PSOE. El pleno fue contemplado por numeroso público, en su mayoría partidario de la moción de censura. Entre los asistentes también se encontraban el secretario comarcal del PSOE, José Marset; el responsable de política municipal de esta formación, Jaume Pascual; el secretario comarcal del Bloc, Adrià Carbonell; y el alcalde nacionalista de Muro, Rafael Climent. Por parte del PP, sin embargo, no acudió ningún dirigente.

En los discursos, Rosalía Llorens señaló que la moción se había presentado «por el bien de Benilloba», y para restituir el clima de «comprensión y colaboración entre las diferentes fuerzas políticas». También dijo que se evitarían los «autoritarismos y despotismos» del Ayuntamiento, en referencia a la alcaldesa María Elena Mira. El portavoz del PP, Fernando Carbonell, acusó a Mira de estar enfrentada con la mayor parte de las asociaciones del pueblo, y recordó el incidente en el que denunció a unos quintos por el lanzamiento de petardos junto a su casa.La alcaldesa socialista recordó los proyectos llevados a cabo durante las dos últimas legislaturas, y acusó a Rosalía Llorens de «convertirse en tránsfuga, aliarse con la derecha y arrebatarnos la mayoría que el pueblo nos dio en las urnas». La concejala del Bloc, Yolanda Campos, rechazó intervenir, asegurando que se encontraba muy nerviosa.

Aplausos de los quintos

Tras la votación, la mayoría de los asistentes irrumpieron en aplausos, y la nueva alcaldesa salió a hombros del Ayuntamiento. Entre los asistentes que vitoreaban a Rosalía Llorens, se encontraban algunos de los quintos que se habían visto implicados en la polémica de los petardos.