Los sindicatos UGT y CCOO que llevaban cuatro años sin abrir la boca, ya han anunciado una manifestación para los próximos días 15 y 18 de diciembre. No ha hecho más que comenzar la legislatura y ya hay movilizaciones en marcha.

Gobierno, sindicatos y patronal se han reunido este pasado jueves para hablar sobre diálogo social, pensiones, SMI, renta mínima, política fiscal. Al final nada de nada. Rajoy ya ha dicho que hay restricciones presupuestarias y que no está dispuesto a mover una coma de la reforma laboral.

Con estas premisas sobre la mesa se presenta una legislatura caliente desde el punto de vista de las movilizaciones. Pablo Iglesias ya ha anunciado, no sólo que su partido secundará esta movilización sino que convocara una huelga general.

Estos días conocíamos el dato de que España es el país donde más han crecido las desigualdades y con los salarios más bajos de Europa, a pesar de la recuperación. Algo habrá que hacer para revertir esta situación.

Mariano Rajoy se aferra al éxito, que en su opinión y la de su partido ha tenido la reforma laboral. Se crea empleo, pero ese empleo es precario, mal retribuido económicamente, con contratos en muchos casos que no superan los 3 meses de duración. El 90% de los empleos de nueva creación son temporales.

Es preferible tener un empleo a no tener ninguno. Este es el razonamiento que se hace para justificar sueldos miserables. La reforma laboral fomenta la explotación. Lo ha dicho el propio presidente de AC Hoteles, Antonio Catalán, para quien la estabilidad de las plantillas y los trabajadores deben estar por encima de los beneficios económicos de las empresas.

Las familias con todos sus miembros en el paro y en riesgo de exclusión social han aumentado durante la crisis económica hasta 1,6 millones de hogares. La tasa de paro entre los jóvenes menores de 25 años está casi en el 50%.

El principal problema de los ciudadanos sigue siendo el paro y la prioridad del Gobierno debe ser reducir la tasa de desempleo. Urge, por tanto, recuperar el diálogo social como instrumento para reducir las desigualdades y crear empleo de calidad.

España está creciendo por encima de la UE en términos de PIB, algo más del 3% y lo seguirá haciendo en 2017, aunque a un ritmo menor y eso es, sin duda, una buena noticia, pero en materia laboral queda mucho por hacer, como demuestra la elevada tasa de paro, por encima del 24%, con más de 4 millones de desempleados, la más elevada de la UE y la precariedad de los contratos.

La creación de empleo va ligada a la marcha de la economía. Durante la crisis se destruyeron muchos puestos de trabajo. Las perspectivas económicas para nuestro país son buenas y así lo atestiguan todos los organismos internacionales. Sin embargo, el fantasma de la recesión no ha desparecido del todo.

Cumplir con el objetivo de déficit es compatible con políticas sociales. Basta voluntad política para hacerlo. ¿La tiene el nuevo Gobierno?