El Ayuntamiento de Ontinyent ha anunciado que pospone en dos meses el pago voluntario de los tributos municipales como el impuesto sobre bienes inmuebles de naturaleza urbana, que pasa del 1 de junio hasta el 1 de agosto, así como, el impuesto de vehículos de tracción mecánica, que se amplía hasta el 1 de julio. Así mismo, se suspende el cobro de las tasas por las terrazas y se suspende temporalmente el cobro de aparcamiento de la zona azul.

Sin duda, una buena medida económica para el bolsillo de muchos ciudadanos la que ha anunciado el Ayuntamiento de Ontinyent, que contrasta con la anunciada por el Gobierno de la nación de no suspender el cobro de impuestos ni de posponer la campaña de la renta que comienza el próximo 1 de abril.

Aquí seguimos pagando cuota de autónomos, hipotecas, recibos de agua, luz y gas; mientras que otros países como Francia o Italia ha sido el Estado quien se va a hacer cargo de esos pagos mientras dure la crisis sanitaria. Se trata en definitiva de ayudar a los ciudadanos a llevar mejor esta crisis, no asfixiándolos también económicamente.

No puede ser que cuando está toda la actividad económica de un país paralizada o en estado de hibernación, como la ha definido el propio Sánchez se exija a los ciudadanos, sacrificios económicos cuando muchos de ellos han perdido su trabajo y carecen de ingresos.

Cuando hay actividad económica en un país es normal que se paguen impuestos porque hay formas de obtener ingresos y liquidez para afrontarlos, pero con la actividad de las empresas parada, díganme cómo.