Al margen de la preocupación que me merece el contexto internacional, tanto a nivel político, económico como social, lo me preocupa sobremanera son las personas que están al frente para salir de la crisis, en este caso, el equipo de Gobierno que nos tiene que sacar las castañas del fuego.

Preocupa que no sepan tomar decisiones necesarias para todos y sigan manteniendo las esperanzas en el humo.

La situación debido a la pandemia no es fácil para ningún país, pero en nuestro caso se da la circunstancia de que estamos gobernados por unos incompetentes, como lo estamos viendo con la gestión del virus, tanto a nivel estatal como autonómico.

Unos países saldrán antes que otros de la crisis. Los que lideren esa recuperación serán aquellos que implementen medidas efectivas.

Sin duda, con un equipo de gobierno fuerte, cohesionado, pero sobre todo, competente  y eficaz, todo resultaría más fácil.

Siendo malos los datos económicos de todos los países, en el caso de España, los números son aún mucho peores, tanto en caída del PIB, déficit público como en la tasa de desempleo. Frente a estos datos, ¿qué ha hecho el Gobierno?

La solución a la crisis pasa por aplicar medidas de gran calado que el Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos no está dispuesto a poner en marcha por la gran división interna que existe dentro del propio Gobierno, con la formación morada más preocupada por derogar la ley del aborto de 2015 o en cargarse la Monarquía, que en aplicar medidas que reactiven la economía y ayuden a muchas familias a salir de la crisis.

Y es imposible que esto se produzca por una razón meramente ideológica porque la formación de Pablo Iglesias apuesta claramente por otro modelo económico y productivo más próximo a las economías totalitarias de regímenes comunistas, véase Cuba o Venezuela, que a las economías de libre mercado que son las que crean riqueza y puestos de trabajo en el mundo real. Tampoco desde la oposición se oyen propuestas en este sentido que ayuden al país a salir de la crisis.

Me pongo a temblar cuando hecho un vistazo al currículum de algunos miembros del Gobierno o de diputados del Congreso, cuyos nombres no voy a citar, pero que todos tenemos en la cabeza, cuya hoja de trabajo o méritos profesionales consisten exclusivamente en haber militado en tal o cual partido, pero que carecen de la más mínima formación.

Yo creo que al igual que en las empresas se busca a buenos gestores para que saquen adelante la empresa, en la política debería ocurrir lo mismo. Buenos gestores que solucionen los problemas de los ciudadanos. En política se valora únicamente la hoja de servicios en el partido, sin tener en cuenta cuestiones que tienen que ver con la carrera profesional del candidato.

Un país gestiona mejor sus recursos con gente competente al frente del mismo. Mucho me temo que España no es uno de esos países.