Me parece gravísimo todo lo que está ocurriendo en nuestro país, donde un vicepresidente del Gobierno de España se permite criticar a periodistas, medios de comunicación, jueces, fiscales y hasta la propia jefatura del Estado. Y qué no pase absolutamente nada ante estas afirmaciones es desde luego muy preocupante porque se están pervirtiendo los valores democráticos a marchas forzadas.

Los que hemos sido votantes socialistas de toda la vida estamos absolutamente perplejos ante la deriva totalitaria y sectaria que está tomando este Gobierno.

No cuestiono su legitimidad porque ha conseguido una mayoría suficiente para estar en el poder. Y en las democracias parlamentarias no basta con ganar las alecciones, hay que sumar mayorías. Cosa distinta son las mentiras que nos contaron para llegar al poder, negando cualquier acercamiento a Unidas Podemos y a los independentistas. Y se ha hecho precisamente todo lo contrario de lo que se nos prometió en campaña electoral, pactando  con el populismo y con los independentistas. Incluso con aquellos que siguen sin pedir perdón por las muertes ocasionadas por el terrorismo y donde el PSOE tiene muchos muertos sobre la mesa. Solo ya por las mentiras que nos contó el señor Sánchez, para mí ya no tiene ninguna credibilidad.

Si el señor Iglesias  es imputado finalmente por el caso Dina, lo será por haber cometido un delito, pero nunca por sus ideas. En este país, todavía, no sé por cuanto tiempo, pero de momento todavía uno se puede expresar con total libertad. No se persigue a nadie por sus ideas. En otros países, sí. Precisamente en aquellos que siempre ha defendido el señor Iglesias y que ha llegado a poner como ejemplo de democracias. Vean como han dejado Chávez y su continuador Maduro, un país rico y próspero como era Venezuela. En la más absoluta ruina social, política y económica. Yo desde luego no quiero eso para mi país.

La separación de poderes es consustancial al estado de Derecho y desde el Gobierno algo tan fundamental para que no haya injerencias de un poder sobre otro, se lo están saltando a la torera, pidiendo a jueces y fiscales adhesión al Gobierno, en un claro ataque a la independencia judicial.

Los jueces están para aplicar la ley. Toda la caverna mediática de Podemos se ha lanzado a perseguir al juez García Castellón, que ha tenido que pedir amparo al CGPJ ante la ola de amenazas que está recibiendo. Tremendo.

Si el juez dicta una sentencia que nos gusta, se le elogia; si no se le machaca. Y eso es lo que hace Podemos con la justicia. Tratar de instrumentalizarla y sobre todo politizarla.

No es Venezuela ni Bolivia. Esto está ocurriendo ahora mismo en España. Pero camino va de convertirse en una nueva dictadura.