Nunca en la reciente democracia española se ha visto que dos miembros del Gobierno ataquen al rey de la manera que lo han hecho Alberto Garzón y Pablo Iglesias.

Si esto ya es grave, más grave si cabe es que el presidente del Gobierno Pedro Sánchez calle ante este nuevo ataque al jefe del Estado y a la Corona.

Las palabras de Garzón e Iglesias cuestionando la neutralidad del rey deberían haber tenido una respuesta contundente e inmediata por parte de Pedro Sánchez en apoyo a la Corona y cesando de manera inmediata a Iglesias y Garzón. Pero no se ha producido ninguna reacción por parte de Sánchez ni de ningún otro miembro del Gobierno.

Para estos dos señores, el rey ha socavado la neutralidad por decir que le hubiera gustado asistir a la entrega de los despachos de los nuevos miembros de la carrera judicial, presencia que ha sido vetada por el propio Gobierno, alegando motivos de seguridad y un acto institucional al que siempre ha acudido el monarca, como corresponde al papel que desempeña.

El rey sigue ejerciendo el papel que le corresponde, además de una manera muy digna. No existe ninguna maniobra contra el Gobierno por parte del jefe del Estado. Su papel está claramente limitado en la Constitución y siempre se ha mantenido al margen de las decisiones políticas, manteniendo una posición neutral y meramente testimonial,  como no podría ser de otra forma.

Lo que sí existe claramente es una maniobra desde el propio Gobierno para cargarse la Monarquía y con ello el régimen del 78, que tantos años de bonanza y de paz social nos ha propiciado.

La monarquía parlamentaria es una de las bases de nuestro sistema constitucional, el que ha propiciado estos más de 40 años de prosperidad, paz y libertad en España. Y el Rey está desempeñando su papel institucional de un modo ejemplar desde que en 2014 accedió a la Jefatura del Estado. Quienes le atacan lo hacen para desgastar a la democracia española y al sistema de derechos y libertades que nos dimos en la Transición.

Y ante este nuevo ataque a la democracia  solo cabe mostrar mi apoyo más absoluto al rey Felipe VI y a la institución que representa. ¡Viva el rey!