Durante el debate de la otra noche en la 1 de RTVE con los representantes de las diferentes fuerzas políticas que se presentan a las elecciones catalanas del próximo 14F, la portavoz de Vox, Macarena Olona denunció  las continúas agresiones que su grupo está sufriendo en Cataluña con motivo de las elecciones donde muchos de sus dirigentes y simpatizantes son recibidos a pedradas en los actos de campaña. Ninguno de los allí presentes condenó estas conductas violentas contra miembros de la formación de ultraderecha.

La violencia nunca está justificada. Todas las ideas son defendibles desde el respeto y la tolerancia. Desde aquí mi condena más absoluta a cualquier agresión.

De igual modo también a que todos los partidos políticos, también Vox, estuvieran presentes en el debate, algo que lamentó el representante de la CUP, Carles Riera que tildó de xenófobo del discurso de Vox.

Que eso lo diga un partido como la CUP. ¡Manda huevos!, que diría Trillo.

Muy acertado estuvo el moderador del debate Xabier Fortes recordándole  que Vox es un partido legal y que, por tanto, tenía todo el derecho del mundo a estar presente en el debate como cualquier otra formación.

La clase política en general debería ser muy cuidadosa con los mensajes que lanza porque muchas veces incitan a la violencia.

El debate transcurrió en castellano y catalán. Una exigencia de Junts y la CUP, a la que se sumaron después ERC, PDeCat y En Comú Podem. Hubo, por tanto, que necesitar un traductor simultáneo para poder seguir el debate, algo que nos podíamos haber evitado, si se hubiera optado por la lengua común de todos los españoles que es el castellano.

Si querían que les entendiera toda España y más en una televisión pública que pagamos entre todos, podían haberse expresado en castellano. Para eso ya existen las televisiones autonómicas, donde por cierto el castellano tiene cada vez menos presencia.