Cuando estudiaba la carrera de Periodismo y de eso ya hace algunos años, nos enseñaron en clase que la libertad de expresión tenía unos límites, que, además, estaban tipificados en el Código Penal como, por ejemplo, el enaltecimiento del terrorismo, las injurias a la Corona o las ofensas a los sentimientos religiosos.

El Gobierno quiere modificar la ley para que algunos de estos supuestos dejen de serlo, justo cuando va a entrar en prisión el rapero Pablo Hasél, condenado a nueve meses de cárcel.

Es posible que algunos de estos supuestos como el de injurias a la Corona o la ofensa a los sentimientos religiosos no tengan mucho sentido en una España democrática, plural y laica. Sin embargo, creo que otros sí que deberían seguir siendo considerados como delitos. Sobre todo aquellos que inciten a la violencia o sean de contenido xenófobo o racista. No puede ser que en nombre de la libertad de expresión valga todo.  ¿Es libertad de expresión justificar la violencia machista? ¿Es libertad de expresión utilizar las redes sociales para lanzar amenazas de muerte contra determinados colectivos?

No son nada comparables los casos de Pablo Hasél y Willy Toledo por citar dos ejemplos recientes, aunque hay muchos más. En ambos casos se ha pedido pena de cárcel para cada uno de ellos. Hasél ha sido condenado y Toledo fue absuelto. Y era normal que lo fuese porque no tenía ningún sentido que se sentará en el banquillo de los acusados por blasfemar, aunque sus palabras nos produjeran repugnancia a muchos de nosotros.

Incitar al odio, al asesinato o la violencia es cosa distinta. Y eso es lo que dicen las letras de Hasél. ¿Qué pasará ahora con los mensajes racistas que inciten al odio? ¿Entrarán dentro del capítulo de la libertad de expresión?  Las palabras tienen sus consecuencias y no son gratuitas.  Acuérdense del mensaje de Donald Trump a sus seguidores antes de abandonar la Casa Blanca y cómo una marabunta enfurecida tomó el Capitolio. ¿Era libertad de expresión?

¡Claro que la libertad de expresión debe de tener unos límites!