Estoy labrando el campo de syrah que está pegado a la carretera y debajo de las cepas está todo hociqueado por los jabalíes. Bajan del monte en busca de comida. Con el toque de queda esta carretera está poco transitada por las noches, así que los jabalíes deambulan a su antojo, sin que nadie les moleste.

Tengo algunos campos cerca del monte de almendros y viña que no están tocados como este. He visto señales hasta dentro de la finca.

El jabalí ha proliferado bastante en esta zona al no tener depredadores naturales. La única forma de controlar su población es a través de las batidas y las esperas.

Con las cosechas de cereal levantadas, los jabalíes provocan muchos daños en la agricultura. Ya no es por lo que comen sino por lo que destrozan a su paso. Arrasan con todo lo que pillan a su paso.

Por la zona de Fontanars dels Alforins se siembra ya muy poco girasol, pero cuando se sembraba daba pena ver las cosechas a punto de ser recolectadas con la mitad de las plantas en el suelo cuando una piara de jabalíes entraba al campo a comer pipas.

Las batidas solo se celebran en temporada de caza y con la veda abierta. Hay, sin embargo, excepciones como en las poblaciones pontevedresas de Silleda y Rodeiro, donde debido a los cuantiosos daños ocasionados por los jabalíes la Conselleria de Medio Ambiente ha autorizado este fin de semana las batidas. Los agricultores de la zona han presentado innumerables denuncias y al final la Conselleria ha rectificado y ha autorizado las batidas.

Las sociedades de cazadores sí pueden conceder permisos para las esperas por daños a la agricultura. En Fontanars no tardarán en dar los permisos para las esperas.

Pero al margen del jabalí también están proliferando otro tipo de especies cinegéticas como el muflón, el arruí, el corzo o la cabra montés.