Estamos a punto de comenzar la vendimia de las uvas tintas, si el tiempo lo permite que anda por cierto bastante revuelto y puede pasar de todo en un mes como es septiembre que es crucial. Hay parcelas de tempranillo que ya han sido vendimiadas.

El agua que ha caído estos días, cerca de 30 litros, ha venido muy bien al campo. Esta agua puede ayudar a engordar la uva y eso se traduce en más kilos. La calidad, por lo general, es bastante buena, con excepciones como veremos más adelante.

 Pero estamos otra vez bajo el riesgo de tormentas y de una posible DANA, con lo cual los riesgos son muy elevados. Si cayera piedra ahora sería mortal.

La semana pasada llevé unas muestras de tintorera y de syrah a la Cooperativa La Viña, junto con las fichas de tratamientos que es obligado presentar antes de comenzar la vendimia. A la garnacha tintorera le falta aún madurar, pero siendo la primera vendimia y estando las cepas algo cargadas de uva, pese a que las mondé, es posible que no coja mucho grado. Para entrarlo en la bodega en buenas condiciones el grado en las variedades tintas debe ser superior a 13,5.

La syrah iba más adelantada, pero con estas últimas lluvias habrá perdido algo de grado por la humedad. La muestra daba 12,80. El año pasado por estas fechas ya estaba vendimiando la syrah.

La cabernet sauvignon anda más retrasada y afectada por el oídio con una merma en kilos entre el 30% y el 40%. Hay unas variedades de uva más sensibles que otras a las plagas y la cabernet es una de ellas al igual que la cabernet franc. La syrah o la tintorera, por ejemplo, son más resistentes.

Los tratamientos fitosanitarios han conseguido parar un poco el avance de la plaga que termina por secar el racimo entero. El año que viene hay que ser más previsores y empezar los tratamientos antes. En invierno una vez se ha terminado la poda conviene hacer el primer tratamiento, máxime cuando han estado afectadas por el oídio el año anterior.