Dando por hecho la muerte electoral de Ciudadanos, la derecha debe ir unida a las próximas elecciones generales, como ha hecho la izquierda.

De ahora en adelante, descartadas las mayorías absolutas, los Gobiernos serán de coalición o no serán. Más que de siglas estamos hablando de dos grandes bloques: izquierda y derecha.

El PSOE, pese a todas las mentiras que nos contó Sánchez antes de las elecciones ha pactado con populistas, independentistas y filoetarras. Y lo volverá a hacer, si con ello suma los votos necesarios para llegar al poder.

Cuando Vox trata de acercarse al PP o viceversa saltan todas las alarmas. Pero no pasa lo mismo cuando lo hace la izquierda. En el voto de la izquierda caben todos: socialistas, comunistas, independentistas, nacionalistas, antisistemas, proetarras … En la derecha, no.

Casado y Abascal están condenados a entenderse, como de hecho ocurre en muchas Comunidades Autónomas, donde el voto de la extrema derecha es fundamental para que gobierne el PP. Sin ese apoyo, el PP estaría en la oposición.

Sin embargo, hay un miedo atávico a reconocer públicamente esos apoyos.  Santiago Abascal y Pablo Casado prefieren ir a la gresca antes que formalizar acuerdos. El discurso de Pablo Casado durante la moción de censura que presentó VOX fue un ataque directo a Abascal, tratando de marcar diferencias con la formación de VOX para erigirse en el representante del centro derecha español. El problema es que todo ese discurso se le puede volver en su contra cuando vuelva a necesitar los votos de VOX. En el Gobierno de Andalucía está el PP, gracias a los votos de VOX. Quiera o no Casado esos votos son fundamentales y lo serán aún más en unas elecciones generales donde no serán suficientes los acuerdos puntuales.

Pedro Sánchez ha preferido buscar los apoyos a la izquierda del PSOE antes que buscar un acercamiento con el partido conservador. Una fórmula que a mi modesto entender hubiera dado más estabilidad.

En otros países han funcionado los Gobiernos de coalición entre democristianos y socialdemócratas, el equivalente al PP y al PSOE en España, pero aquí hay auténtico pavor a que gobierne la derecha y la izquierda, pese a que no hay antecedentes en la historia democrática de nuestro país.

Si el PP quiere gobernar tendrá que hacerlo de la mano de VOX, no hay otra alternativa posible. Y lo mismo pasa con el PSOE que tendrá que echar mano de los mismos socios de gobierno que tiene ahora: Unidas Podemos, ERC, PNV, BNG, Compromís y Bildu.

Una derecha unida es la única opción para que haya un cambio de gobierno en España y para que eso ocurra Casado y Abascal tendrán que cambiar el discurso que ahora mismo les separa.