Casi en tiempo de descuento pero finalmente sindicatos, patronal y Gobierno han podido llegar a un acuerdo para la nueva norma laboral que regirá las relaciones laborales entre empresarios y trabajadores.

Un acuerdo en el que no deberían inmiscuirse los partidos políticos. Sin embargo, Pablo Casado desde su cuenta de tuitter ya ha anunciado que rechaza la reforma laboral acordada entre sindicatos y patronal y que recuperará la reforma laboral de Rajoy cuando llegue a La Moncloa.

En lugar de felicitarse por el acuerdo ratificado por la CEOE que va a permitir que lleguen a España los fondos europeos, el señor Casado sigue poniendo palos en las ruedas, con tal de dificultar los logros alcanzados.

Unas negociaciones que llevan más de nueves meses gestándose y en la que todos los agentes implicados, es decir, patronal, sindicatos y Gobierno han tenido que ceder en sus reivindicaciones, con tal de llegar a un acuerdo. No ha habido tal derogación de la reforma laboral como anunciaban sindicatos y Gobierno, sino que se ha buscado mejorar los aspectos más lesivos e introducir mejoras en los contratos de trabajo para reducir la alta temporalidad y la precariedad laboral.

La ministra de Trabajo Yolanda Díaz ha sido la artífice y así hay que reconocerlo de poner de acuerdo a patronal y sindicatos, algo que no ocurría desde hace más de cuarenta años. La reforma laboral de Rajoy fue aprobada por mayoría absoluta del PP, sin el acuerdo de los sindicatos. Hoy se ha podido llegar a un acuerdo con todos los agentes sociales implicados, lo cual es digno de felicitación.