Varios partidos políticos entre ellos PP Y Ciudadanos han pedido la dimisión del ministro de Consumo Alberto Garzón que ha vuelto a arremeter contra un sector básico de nuestra economía, como es el ganadero al afirmar que exportamos una carne de mala calidad, donde, además, se maltrata a los animales.

Unas declaraciones absolutamente irresponsables y ofensivas que el ministro Garzón ha hecho a un medio de comunicación británico durante una entrevista.

No sé si el señor Garzón es consciente y si lo es le importa bien poco, la trascendencia tan negativa que tienen sus declaraciones y el daño que provocan.

También la patronal Asaja, una de las grandes patronales del sector agrario, se ha sumado a la petición de dimisión que se debería haber producido hace mucho tiempo, cuando el mismo ministro cuestionó la fortaleza de un sector tan importante para nuestra economía, como es el sector turístico, acusándolo de ser un sector precario, estacional y de bajo valor añadido.

El señor Garzón no solo muestra un desconocimiento absoluto hacia el sector cárnico-ganadero también hacia el ministerio que presuntamente dirige. En lugar de dedicarse a lanzar exabruptos podría ponerse a trabajar un poco en materias que son de su competencia, como los desequilibrios en la cadena alimentaria que permite que el agricultor o el ganadero perciban por sus productos unos precios ruinosos o la necesidad de un etiquetado transparente que reconozca el origen de los alimentos. Tareas que siguen pendientes.

Poco ayudan las palabras del ministro Garzón a paliar la crisis de un sector como el agrícola y en particular el ganadero, que no solo tiene que luchar para hacer rentables sus explotaciones ganaderas, con precios que muchas veces no cubren los costes de producción; lidiar contra el relevo generacional o el abandono de tierras sino que además tienen que escuchar improperios y descalificaciones permanentes de un ministro que cada vez que abre la boca lo hace para poner en peligro miles de puestos de trabajo del que viven actualmente más de 2,5 millones de personas y aporta casi 9.000 millones de euros de exportaciones a la balanza comercial de España.

Al presidente del Gobierno Pedro Sánchez le sobran los motivos para cesar al que sin duda es el peor ministro del actual gabinete y no exagero un ápice si digo que también de toda la democracia española.

Si esta es la forma con la que Pedro Sánchez quiere tirar de nuestra economía y ayudar a sectores que realmente lo están pasando mal durante esta crisis, ese desde luego no es el camino y personajes como el ministro Garzón poco ayudan a dar visibilidad a un sector como es el sector primario que ha sido dura e injustamente castigado por las reglas del mercado y ahora también por ministros como el señor Garzón.