El Gobierno de Pedro Sánchez buscará el apoyo de Ciudadanos para sacar adelante la reforma laboral, tras la negativa de apoyarla de PNV, ERC y EH Bildu.

De este modo, PP y Vox votarán en contra de la reforma laboral junto a los partidos nacionalistas e independentistas. Algo que deberían explicar a su electorado.

Una norma laboral de la que dependen 12.000 millones de euros y que de no aprobarse ese dinero no llegará a España. Este ha sido uno de los motivos por el cual la patronal ha rubricado el acuerdo.

Una reforma que no ha gustado a los socios del Gobierno que hubieran preferido una derogación total de la reforma laboral, algo que tampoco hubieran aceptado en Europa.

Así las cosas, el PP debería meditar el sentido de su voto y votar a favor, máxime cuando cuenta con el apoyo de la patronal que no es sospechosa de ser comunista. No se entiende que el PP pueda votar en contra de una reforma que es básicamente la misma que había antes y que no pone en peligro la flexibilidad de los contratos de trabajo, una de las líneas rojas de la patronal.

Por primera vez desde hace más de 40 años, patronal y sindicatos han conseguido ponerse de acuerdo, tras meses intensos de negociaciones. Este es un hecho que hay que valorar muy positivamente y los partidos políticos, todos sin excepción, lo que deberían hacer es sumarse a ese acuerdo.