La formación ultraderechista de Santiago Abascal había apostado muy  fuerte en las elecciones al Parlamento andaluz, después de obtener unos magníficos resultados en Castilla y León, que lo convirtieron en un aliado decisivo para el PP de Fernández Mañueco.

En Andalucía, por fortuna, no ha pasado lo mismo y los 14 concejales que ha conseguido no son determinantes. Macarena Olona tendrá que esperar para ser vicepresidenta, al menos, otros cuatro años.

La candidata de Vox se equivocó durante el debate electoral en su declaración de amor a Juanma Moreno, ofreciéndole, incluso, una vicepresidencia en caso de que Vox ganara las elecciones.

Vender la piel del oso antes de cazarlo tiene sus consecuencias y en política, donde puede pasar de todo todavía más.

La elección de Macarena Olona, pese al tirón electoral que pueda tener en unas generales para el votante de Vox, en Andalucía no lo tiene. De hecho, se le vio bastante perdida durante el debate en temas muy específicos de Andalucía, que obviamente desconocía.

Olona ha hecho una campaña en clave nacional, quizá por aquello de que quiere acabar con el estado de las autonomías, aunque su partido se presente a las elecciones.

Un candidato desconocido como era Juan García-Gallardo tuvo mejores resultados, seguramente porque era del terreno.

Vox puede decir que se sienten satisfechos con los resultados que ha obtenido, de hecho ha sacado dos concejales más de los que tenía en 2018, pero muy lejos de las expectativas que se habían marcado inicialmente y conforme avanzaba la campaña más cerca se veían de doblar los resultados. Una buena cura de humildad no les ha venido nada mal.