Las medidas anunciadas por el presidente del Gobierno Pedro Sánchez, tras el Consejo de Ministros para paliar los efectos de la crisis y que se mantendrán hasta el 31 de diciembre, como el cheque de 200 euros para las familias con rentas inferiores a 14.000 euros anuales, descuentos en el abono transporte o un nuevo tributo a las eléctricas, no dejan de ser parches. Y en economía, los parches no funcionan.

Con estas medidas anunciadas hoy que incluye una subida del 15% de las pensiones no contributivas, el Gobierno espera reducir en 3,5 puntos la inflación, que ronda ya los dos dígitos y que lejos de contenerse sigue aumentando peligrosamente y que sin duda pondrá en peligro la recuperación de la economía española.

La única medida efectiva para contener la inflación y en esta cuestión están de acuerdo la mayoría de los economistas, es rebajar los impuestos. Todo lo demás es pan para hoy y hambre para mañana.

El Gobierno está recaudando mucho más debido a la inflación, se calcula que en torno a 13.000 millones de euros adicionales, 2.000 millones extra por cada punto que sube la inflación.

Hay, por tanto, margen más que suficiente para una rebaja de impuestos, que sí que se notaría en el bolsillo de los ciudadanos.

Una rebaja que debe ir acompañada de una mejor eficiencia en el gasto público, sobre todo, el que tiene que ver con el enorme gasto burocrático y político de la Administración del Estado; reduciendo ministerios, altos cargos y asesores, el más elevado de toda la democracia y que ningún Gobierno se ha atrevido a meter la tijera.

El señor  Núñez Feijóo ha hecho una propuesta económica a Pedro Sánchez de rebaja de impuestos que beneficiaría a la clase media de este país, que ni siquiera fue escuchada por el presidente Sánchez, alegando que en ningún país de Europa se han bajado los impuestos. La situación en Europa no es desde luego la nuestra.

Hay que poner en marcha de manera urgente medidas que ayuden a contener la elevada inflación de la economía española, arrastrada, sin duda, por la guerra de Ucrania, pero también por la falta de medidas del Gobierno de Sánchez, más preocupado por contentar a sus socios de Unidas Podemos que de dar solución a la grave crisis económica en la que estamos inmersos.