Los datos de desempleo de este mes de julio no han sido nada buenos. Julio suele ser un mes donde el paro baja y la afiliación sube debido, sobre todo, al tirón del turismo que vuelve a mostrar buena salud, situándose en niveles prepandemia con 7,5 millones de turistas en junio , lo que supone casi triplicar las cifras de junio del año pasado y 9.000 millones de euros de gasto. Tampoco ha sido un buen mes para la contratación indefinida. El paro ha subido en 3.230 personas y se han perdido 7.400 empleos. Los sectores más afectados: educación y agricultura.

Algunos echaron las campanas al vuelo con la reforma laboral, pensando que era la panacea de todos los males. Agosto puede ser bastante peor.

Estos datos anticipan una ralentización de la economía española como consecuencia de la guerra de Ucrania.

El mercado laboral depende básicamente del ciclo económico. Si el ciclo económico es expansivo, el empleo y la contratación crecen. Si el escenario es de crisis, el empleo y la contratación se contraen. Casi todos los analistas hablan de una posible recesión económica. Todo va a depender de lo que dure la guerra de Ucrania.

En este sentido, se atisba una pequeña esperanza después de que Zelenski haya pedido la mediación de China, aliado ruso, para poner fin a la guerra. También EEUU ha pedido reunirse con Moscú. Veremos si prosperan estas reuniones o son solo una estrategia para ganar tiempo.

Si las negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania avanzan, el contexto internacional podría cambiar favorablemente. De lo contrario, van a venir unos meses muy complicados.