Nuevo cara a cara entre Pedro Sánchez y  Alberto Núñez Feijóo en el Senado que se ha convertido en la institución donde debatir los dos líderes políticos, lejos de las funciones que se le presuponen al Senado que son las propias de una cámara de representación territorial.

El Senado está para otras cosas y no para que ambos líderes se dediquen a hacer campaña electoral.

Ahora serán los jefes de comunicación de ambos partidos, quienes digan quién de los dos ganó el debate y cada uno barrerá para casa.

El discurso del líder de la oposición fue duro contra Pedro Sánchez, pero a mi modo de ver equivocado.  Tenía argumentos más sólidos que no utilizó para acorralarlo.

Pedro Sánchez, sin embargo, cuando mejor se defiende es cuando se siente presionado y estas semanas han sido bastante moviditas para el presidente del Gobierno con varios frentes abiertos dentro del Gobierno de coalición que hace chisipas por todas partes. Fue muy hábil sacando la portada de un medio de comunicación, cuyo titular ya decía los pasos que tenía que seguir el líder de la oposición de endurecer el tono contra Sánchez. Previsible, le llamó. La anterior vez le llamó: insolvente.

Las encuestas le son favorables al líder del PP, si bien cada vez por un margen más estrecho. Dar por hecho, que va a ganar las próximas elecciones autonómicas y municipales y que esa es la mejor moción de censura que puede hacer es un poco aventurado y pretencioso por su parte. Lo digo porque Macarena Olona dio por hecho que iba a ser vicepresidenta de la Junta de Andalucía y los resultados electorales le dieron un baño de realidad.

Núnez Feijóo ha ido endureciendo su discurso contra Pedro Sánchez, acusándolo prácticamente de aprobar una ley que va a dejar a los violadores y a los pederastas en la calle. Tenía otros argumentos que no utilizó para atacarle como que no hiciera caso a los informes del CGPJ que ya advirtieron de las consecuencias de aplicar la ley al desaparecer el delito de abusos sexuales y equiparar las penas.

El tono moderado que se le presumía cuando se hizo cargo del PP, tras la defenestración de Pablo Casado se está diluyendo conforme pasan las semanas y dejan a un Feijóo cada vez más a los pies de Díaz- Ayuso.

No habló de economía que es donde mejor se desenvuelve porque las previsiones de la economía española para este año y para el próximo sitúan a nuestro país como la economía de la eurozona que más va a crecer, mientras otros países como Reino Unido, ya han entrado en recesión y Alemania podría hacerlo muy pronto.