El cofundador de Podemos, Pablo Iglesias ya tiene su propio medio de comunicación, algo que viene persiguiendo desde hace tiempo. Se llama Canal Red y emitirá a través de YouTube. En solo unas horas desde que lo anunció ha conseguido la financiación necesaria para ponerlo en marcha, algo más de 180.000 euros ha recaudado a través de aportaciones voluntarias.

El nuevo proyecto audiovisual de Pablo Iglesias que aún tardará unos días en ver la luz, quiere romper, según sus propias palabras, con el “poder mediático existente” y erigirse en defensor de las clases populares y trabajadoras, esto lo digo yo.

Iglesias que fue un pésimo vicepresidente del Gobierno donde se dedicó básicamente a erosionar el Gobierno del que formaba parte, hay que reconocerle, sin embargo, su gran capacidad de comunicación y su facilidad de palabra.

Pablo Iglesias se ha caracterizado por cuestionar la independencia de los medios de comunicación españoles y su vinculación con el poder económico. Ha señalado a periodistas y a medios de comunicación, críticos con su gestión a los que no ha dudado en descalificar con todo tipo de adjetivos.

Iglesias utilizó los medios privados, estuvo en todas las cadenas de televisión de todo el espectro ideológico, para saltar a la palestra mediática de la que nunca ha salido.

El nacimiento de cualquier medio de comunicación, también el de Pablo Iglesias o cualquier otro que pueda surgir, es una buena noticia para que los oyentes y lectores puedan elegir libremente el medio que quieran escuchar o leer, aunque esto choque frontalmente con los postulados de Pablo Iglesias para quien la mera existencia de medios privados es una amenaza para la libertad de expresión, aunque se sirviera de ellos para relanzar su carrera política que lo llevó al Gobierno.

España es un país que, precisamente, se caracteriza por tener medios privados y públicos, donde tanto la libertad de expresión como de opinión están absolutamente garantizados, a diferencia de lo que ocurre en otros países que Iglesias no duda en defender y en poner como ejemplo de democracias plenas, aunque sean dictaduras.