Alemania he cedido finalmente a la presión de sus socios europeos y enviará los famosos tanques Leopard a Ucrania. España lo hará en primavera, una vez su puesta a punto, ya que están obsoletos. Polonia había decidido enviarlos fuera cual fuera la decisión del Gobierno de Olaf Scholz.

Alemania ha sido el país más timorato a la hora de prestar ayuda militar a Ucrania debido a la dependencia del gas ruso y las consecuencias que ello tiene sobre su economía.

Hubiera sido bueno que también esa presión internacional que se ha dado para mandar más armamento militar hubiera servido para buscar la paz en lugar de prolongar el conflicto.

Además de los tanques, Ucrania va a recibir 24 cazas de los aliados internacionales, entre ellos los F-16 de EEUU, lo que le va a permitir redoblar su capacidad aérea hasta ahora bastante deficiente.

Esto va a provocar evidentemente que Ucrania tenga más capacidad para defenderse ante la ofensiva rusa, pero también va a suponer una escalada del conflicto y en consecuencia una mayor implicación de Occidente en la guerra.

No hay soldados de la OTAN en suelo ucranio, pero la ayuda militar se ha redoblado con la entrega de cazas, tanques Leopard y el escudo antimisiles.

Europa y EEUU no pueden dejar de ayudar a Ucrania, que ha sido un país invadido ilegalmente por Rusia porque no solo está en juego la integridad territorial de un país soberano como es Ucrania sino también un modelo de sociedad basado en los valores de democracia y libertad que hoy más que nunca están en peligro.