El falso progresismo de la izquierda ha puesto el grito en el cielo porque una mujer, Ana Obregón, ha decidido tener un hijo mediante la gestación subrogada. Otros famosos lo han hecho anteriormente y no se ha creado tanto revuelo.

A Anita Obregón, la izquierda no le perdona ser una celebrety de la prensa rosa y tener pasta. Algo por lo que en este país parece que haya que pedir perdón, aunque haya sido fruto del esfuerzo y el trabajo.

Ese falso puritanismo que ve con buenos ojos que un septuagenario tenga un hijo, pero se permite juzgar si una mujer con 68 años puede hacerlo.

Ana Obregón está en todo su derecho a tomar la decisión que ha tomado, máxime después de la situación personal que ha vivido con la muerte de su hijo Álex.

La izquierda que no pone reparos en que las mujeres aborten, incluso cuando en la nueva ley se permite que las jóvenes de 16 años puedan abortar sin el consentimiento paterno, se escandalizan cuando una mujer quiere traer un hijo al mundo y son incapaces de regular otro derecho de las mujeres, como es el de la gestación subrogada, donde solo Ciudadanos se ha manifestado a favor de su regulación. Un derecho que actualmente está prohibido en España, a pesar de que en  nuestro país se han registrado más de 2.500 bebés por gestación subrogada.

La nueva Ley de Derechos sexuales y reproductivos reconoce la gestación subrogada como una forma de violencia contra las mujeres, sin embargo, la ley del solo sí es sí que ha rebajado la pena a cerca de 800 violadores y ha sacado a la calle a casi un centenar de agresores sexuales, no es violencia contra las mujeres.

Tampoco la derecha de Alberto Núñez Feijóo sabe en qué situación posicionarse y apela a debates “profundos y serenos”, que es como no decir nada y no afrontar el problema real que existe, regulándolo y evitando que muchas familias tengan que marcharse al extranjero para concebir un hijo.

La izquierda que reclama libertades, recorta derechos y prefiere prohibir, antes que regular, como ocurre con la prostitución.

Se ha criticado que haya una transacción económica entre la gestante y la madre adoptiva, y que por tanto solo las personas con una buena situación económica puedan permitírselo. Se habla de que en EEUU cuesta 100.000 euros y en Ucrania 40.000 euros.

Si como parece el principal obstáculo para su legalización es que haya dinero de por medio entre la madre gestante y la madre adoptiva, me pregunto si se permitiría la gestación subrogada, si no hubiera ninguna clase de transacción económica.

Aunque es difícil pensar que esto pueda ocurrir en el mundo actual donde  el ser humano se mueve por motivaciones económicas, salvo aquellos que realizan una labor altruista.