Alberto Núñez Feijóo fue bastante claro y concreto en la entrevista que concedió al periodista Carlos Alsina  en Onda Cero.

En este país existe la mala costumbre que cuando entra un nuevo presidente, deroga todo lo que ha hecho el Gobierno anterior. Si hablamos de la ley de educación, ya ni les cuento. Una por gobierno. Llevamos tantas leyes de educación como gobiernos ha habido en la democracia.

El presidente del PP y aspirante al Gobierno de la Nación dijo que quería recuperar el delito de sedición y derogar algunas leyes como: la ley trans, la ley de eutanasia y la ley de Memoria Democrática, además de suprimir ministerios como el de Consumo, Universidades, Igualdad o Cultura.

Seguramente 23 ministerios son muchos, y sobra más de uno.

El de Consumo y Universidades, la verdad, es que han servido de muy poco, por no decir nada, salvo para que el ministro Alberto Garzón lance mensajes en contra del turismo que es el principal motor de la economía del país o del consumo de carne, enojando a todo el sector ganadero español.

El líder del PP quiere reducir altos cargos, secretarias y direcciones generales, con la intención de reducir el alto peso político que hay en la administración del Estado. El problema es que allí donde gobiernan, lejos de reducir el número de asesores, los aumentan como ocurre en Madrid, Andalucía o Galicia.