Fracasada la investidura del líder del PP Alberto Núñez Feijóo llega el tiempo para Pedro Sánchez, una vez sea designado como candidato por el rey Felipe VI que esta semana próxima va a iniciar la ronda de contactos con todos los grupos políticos, salvo ERC, Junts, BNG y EH Bildu que muy en su línea nunca acuden a la recepción con el jefe del Estado.
El presidente en funciones Pedro Sánchez tiene por delante unas semanas hasta que venza el plazo el próximo 27 de noviembre para lograr los apoyos necesarios para ser investido presidente del Gobierno. Apoyos que pasan necesariamente por los partidos independentistas catalanes que no contentos con la más que previsible Ley de Amnistía que ya se da por descontada han firmado un documento conjunto para el siguiente paso que no es otro que el referéndum de independencia.
Creo que en esta cuestión el PSOE no va a transigir. Lo hizo con los indultos y con los delitos de sedición y malversación. Lo hará previsiblemente con la Ley de Amnistía, pero no puede permitir la celebración de un referéndum de independencia porque es absolutamente inconstitucional y aquí sí que hay una posición común dentro del PSOE. Por tanto, no es descartable una nueva repetición electoral, salvo que ERC y Junts bajen el nivel de sus reivindicaciones, cosa poco probable de que esto ocurra, sobre todo, después de escuchar a Carles Puigdemont que no renuncia a la vía unilateral y sigue firme en esa pugna que mantiene con ERC de no investir a Sánchez presidente, si no se dan los pasos necesarios para la celebración de un referéndum de independencia.
Al presidente del Gobierno en funciones todavía no le hemos oído pronunciar la palabra amnistía. No participó en el debate de investidura de Núñez Feijóo y delegó en el ex alcalde Valladolid, Óscar Puente, precisamente para no hablar de la Ley de Amnistía y eludir el debate con el candidato Alberto Núñez Feijóo. Se equivocó el presidente Sánchez al no participar en el debate de investidura, como se equivocó Núñez Feijóo no participando en el debate de RTVE.
Otra opción que ha planteado Esperanza Aguirre es que el PP se abstenga en la investidura de Pedro Sánchez, como ya hizo el PSOE en 2017 con Mariano Rajoy y permita un gobierno del PSOE, sin el apoyo de los partidos independentistas.
Esperanza Aguirre hablaba de 20 diputados que son los que suman ERC, Junts y EH Bildu.
El PP tiene una oportunidad de oro para demostrar que es un partido de Estado, absteniéndose en bloque, los 136 diputados del PP, y permitir que salga adelante la investidura de Pedro Sánchez.
Sería consecuente con el discurso que mantiene el PP de no permitir gobiernos con los independentistas.