La política exterior la marca el presidente del Gobierno y el ministro de Asuntos Exteriores, sin embargo, algunos ministros del Gobierno, como Ione Belarra que no esconde su fervor por la causa palestina se permiten hacer declaraciones que están fuera de su competencia que involucran a todo el Gobierno con las consecuencias que ello comporta de cara al exterior.
La política internacional de un país deber tener una voz única.
Hace mucho tiempo que Pedro Sánchez tenía que haber cesado a la ministra de Asuntos Sociales Ione Belarra por su incompetencia manifiesta y no lo ha hecho.
Las durísimas acusaciones de Ione Belarra sobre Israel deberían haber acarreado su cese inmediato.
Belarra ha acusado a Israel de cometer un genocidio planificado. Esto lo dice una ministra del Gobierno de España que no ha condenado el ataque terrorista que sufrió Israel en su propio territorio y que ha dejado más de un millar de muertos, entre ellos muchos niños. Pero no solo Belarra también Enrique Santiago, diputado de Sumar y ex secretario de Estado se niegan a calificar a Hamas como una organización terrorista.
Israel no ha convertido Gaza en un campo de exterminio como denunciaba erróneamente un diputado de Izquierda Unida en Bruselas. Es Hamas quién ha convertido Gaza en un infierno, utilizando a la población civil como escudos humanos. Los palestinos son las primeras víctimas de Hamas que controla la franja de Gaza desde 2005.
Israel debe cumplir con las resoluciones de la ONU y tiene que retirarse de los territorios ocupados, pero tiene todo el derecho del mundo a defenderse de un ataque terrorista como el que perpetró Hamas, asesinando a civiles inocentes.
Acusar a Israel de perpetrar un genocidio cuando el pueblo judío sufrió un Holocausto a manos del nazismo que dejó más de 5 millones de muertos es absolutamente miserable.