En campaña electoral, el PP y Vox se comprometieron a suprimir el impuesto de Patrimonio y el impuesto de sucesiones y donaciones, así como, a aplicar una reducción del impuesto sobre la renta de las personas físicas en todos sus tramos, especialmente, el que afecta a las rentas bajas y medias. Ha comenzado la campaña de la renta y el impuesto de Patrimonio no ha sido suprimido, sí lo ha hecho el impuesto de sucesiones y donaciones. Todos los contribuyentes con bienes superiores a 700.000 euros están obligados a presentarlo, salvo que hayas nacido en Madrid, Sevilla, Cáceres o Santander.

Comunidades como Madrid, Cantabria, Andalucía o Extremadura tienen bonificado este impuesto al cien por cien, con lo cual, el pago de este impuesto está exento. No ocurre lo mismo en el resto de CCAA, donde sí es obligatorio. En 2021, España recaudó por este tributo 1.352 millones de euros.

Fue el propio ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero quien suprimió este impuesto en 2008 para recuperarlo más tarde en 2011 en plena crisis económica antes de abandonar La Moncloa al considerarlo que recaía sobre las clases medias y penalizaba el ahorro.

De aquel argumentario que mantenía la izquierda se ha pasado después a calificarlo como el impuesto a los ricos. Quién más tiene, más tiene que aportar. Esto ya ocurre con el impuesto a la renta. Quien más ingresos tiene, más paga. Lo cual es absolutamente justo.

Ni José María Aznar ni Mariano Rajoy suprimieron este impuesto, que no deja de ser un tributo injusto porque es una doble imposición. ¿Si un ciudadano ya ha pagado impuestos por la renta, por qué ha de volver a hacerlo? Ocurría lo mismo con el impuesto de sucesiones y donaciones, el impuesto a la muerte, por el cual tenías que pagar dos veces.

Como siempre nos gusta compararnos con el resto de Europa, España es el único país de la UE, salvo Francia que lo ha reducido del 1,8% al 0,5%, que sigue manteniendo este impuesto, mal llamado “impuesto a los ricos”. En España, los patrimonios superiores a 10,7 millones de euros pagan un tipo máximo del 3,5%. Además, el Gobierno ha creado una nueva figura tributaria, como es el impuesto a las grandes fortunas, según parece de manera temporal, aunque algunos socios del Gobierno como Sumar, quieren que se mantenga de forma definitiva para los grandes patrimonios, con el que se han recaudado 623 millones de euros en 2023.

 España no tiene un problema de recaudación, también por el efecto de la inflación el Estado ha recaudado 12.000 millones adicionales sino de gestión de los recursos públicos.