El próximo 20 de enero tomará posesión como nuevo presidente de los EEUU, Donald Trump que se convertirá en el 47º presidente de los EEUU. Al acto de toma de posesión asistirá el presidente saliente, Joe Biden cosa que no ocurrió cuando Joe Biden ganó las elecciones presidenciales y Donald Trump no reconoció su triunfo y habló de fraude electoral, alentando a la toma del Capitolio en el mayor ataque a la democracia que se conoce en la historia de los EEUU.

Hace unos días escuchábamos al líder republicano lanzar una serie de amenazas para cuando llegue a la Casa Blanca, como la anexión de Groenlandia o el canal de Panamá, incluso empleando la fuerza militar, poniendo como excusa la seguridad nacional. La misma política expansionista que ha llevado a cabo Vladimir Putin cuando invadió Ucrania.

 Trump también ha amenazado a Hamás con convertir Oriente Medio en un infierno, si no libera a los rehenes que permanecen todavía secuestrados por los terroristas desde el pasado 7 de octubre de 2023, cuando Hamás lanzó un ataque sin precedentes en el sur de Israel, matando a más de un millar de personas y secuestrando a 251 personas.

Europa tiene que reaccionar ante las amenazas de Donald Trump que ha declarado la guerra comercial con la imposición de aranceles a productos europeos. La política ultraproteccionista del nuevo inquilino de la Casa Blanca, que ya ha pedido a los países europeos que incrementen su aportación en los gastos de Defensa hasta el 5% del PIB, ninguno llega ahora mismo al 2%, va a tener consecuencias en la economía europea, sobre todo, en sectores como el vino o el aceite, pero, sobre todo, en aquellas empresas dedicadas a las energías renovables, como Iberdrola. La política de aranceles supondrá como mínimo 0,6 puntos porcentuales menos de crecimiento para el PIB español, que creció un 2,7% en 2024, según Goldman Sachs. Todo esto se traduce en más inflación, productos más caros para los consumidores y menos crecimiento económico.

Europa debe responder con las mismas armas comerciales, imponiendo aranceles a los productos americanos para proteger la industria europea.