Carlos Mazón no acudió a la Crida, que es el acto que anuncia el comienzo de las Fallas, como han hecho todos los presidentes de la Generalitat . En su lugar, prefirió irse a Madrid para participar en un desayuno informativo, lejos de los insultos y las pitadas que últimamente acompañan a Mazón allí donde va, incluso en Orihuela, donde el PP gobierna con mayoría absoluta. Tras cargar contra el Gobierno de Pedro Sánchez y eludir cualquier responsabilidad, Mazón afirmó que era un daño colateral de las mentiras de Sánchez. Ni Feijóo ni Ayuso acudieron al acto.
Oírle hablar de mentiras cuando ha dado diferentes versiones sobre dónde estuvo la tarde del 29-O es cuanto menos un insulto a todas las víctimas de la dana.
El señor Mazón debe dar las explicaciones oportunas en el Parlamento y no en Madrid en un corrillo de amigos. La relación de llamadas que dice que efectuó, según dijo hasta 16, es una información que le ha pedido la oposición que hasta ahora se había negado a facilitar, así como la factura de El Ventorro. Y tuvo que ser en un acto en Madrid donde detalló estas llamadas.
El PP se equivoca manteniendo a Mazón al frente de la Generalitat Valenciana. Alberto Núñez Feijóo no puede destituirle, pero sí puede convocar una gestora.
La jueza de Catarroja que investiga penalmente la dana ha sido muy clara al afirmar que la gestión de la misma era competencia autonómica. En este sentido, la responsabilidad política recae en el presidente de la Generalitat. La penal, si la hubiera, la determinaran los tribunales de Justica.
Seguir negando esta realidad es querer tomar el pelo a los valencianos. Su situación es insostenible y cuanto más tiempo pase, más daño va a causar a sí mismo y al partido. Dejar la reconstrucción en manos de quien no supo gestionar los momentos más críticos de la dana es un gran error, además de una temeridad. Con todo lo ocurrido, Mazón está deslegitimado para seguir al frente de la reconstrucción y de cualquier responsabilidad política.
El presidente de la Generalitat está cada vez más solo, incluso en su propio partido. Si el PP quiere volver a ganar las elecciones debería actuar a corto plazo y tomar las medidas oportunas que pasan necesariamente por poner a otra persona al frente de la Generalitat.
Que Mazón tenga que dimitir o ser cesado por su incompetencia manifiesta, no justifica en modo alguno los escraches que está sufriendo.