El presidente de EEUU, Donald Trump ha cumplido con su amenaza e impondrá aranceles a las importaciones de productos agrícolas desde el próximo 2 de abril. No se sabe aún el porcentaje que aplicará y si afectará o no a todos los productos. El anuncio lo ha hecho a través de una red social en un escueto comunicado donde anima a los agricultores americanos a producir mucho más y a vender sus productos en EEUU.
Aún es pronto para saber el impacto económico que tendrá para los agricultores y ganaderos españoles la medida anunciada por Trump, pero una guerra comercial, que no solo va a afectar a los productos agrícolas sino a otros sectores económicos, como la industria del automóvil o del aluminio, donde ya se han aplicado aranceles del 25%, no es buena para ningún país, tampoco para EEUU.
La política autárquica que quiere poner en marcha Donald Trump es perjudicial para los intereses del pueblo americano porque el aislamiento económico empobrece las economías y el bolsillo de los ciudadanos.
La autarquía tiene profundas repercusiones negativas en la economía y muy pocos aspectos positivos. Una de las consecuencias más evidentes en la que están de acuerdo casi todos los economistas es que provoca el estancamiento del crecimiento económico. Al limitarse a comerciar exclusivamente dentro de sus propias fronteras, una nación pierde acceso a los mercados internacionales. Otro impacto negativo es el empobrecimiento de la población.
Bajo el lema: América para los americanos que ha presidido toda la campaña electoral, Trump ha declarado la guerra a Europa en materia económica.
La guerra comercial que inicia Trump para proteger y fortalecer su industria no tiene ningún sentido en pleno siglo XXI. Hay antecedentes de modelos autárquicos, como el que aplicó Franco después de la Guerra Civil para evitar la dependencia exterior y fortalecer la industria nacional. Aquello derivó en un estancamiento económico.
Los mercados financieros han recogido con caídas generalizadas la ocurrencia de Donald Trump. El presidente americano dispone de un poder absoluto al tener el control de las dos cámaras del Congreso de EEUU.