Ante la falta de acuerdo con las CCAA, la mayoría gobernadas por el PP, el Gobierno ha aprobado a través de un decreto ley con el apoyo de Junts el reparto de los menores migrantes no acompañados que siguen hacinados y sin acceso a formación en Canarias.
El criterio para el reparto de estos menores se hará de acuerdo a la capacidad de los centros de acogida en las diferentes CCAA. Las gobernadas por el PP, que son la mayoría, ya han dicho, sin saber aún el número de menores que les corresponde, que sus centros están masificados y desbordados. Mazón, tras su pacto con Vox que propone mandarlos de regreso con sus padres ha dicho que la Comunidad Valenciana no acogerá a ninguno de estos niños. Hay que recordar que muchos de estos pequeños han llegado a la península en infames pateras, jugándose la vida, huyendo de la guerra y de la miseria de sus países con la esperanza de encontrar un futuro mejor. También España fue un país de emigrantes. Muchos españoles tuvieron que salir del país por cuestiones políticas al término de la Guerra Civil para no ser asesinados. Otros porque la situación económica era mucho mejor fuera de nuestras fronteras y se marcharon a Alemania o Francia.
En España hay 17 CC.AA. Si hubiera un reparto equitativo entre todas, cada una de ellas saldría a una media de 258 menores. ¿Cómo es posible que España no pueda absorber ese número tan ridículo de jóvenes, aunque solo fuera por una cuestión humanitaria? Cataluña recibirá entre 30 y 40, tras el pacto de Junts con el Gobierno.
Es inhumano que todavía hoy sigan viviendo en Canarias más de 4.000 menores y adolescentes en una situación absolutamente precaria por la falta de voluntad política. A los que ni siquiera se les da la posibilidad de formarse e integrarse. La política de Vox es devolverlos a sus países de origen, como si fueran una mercancía.
Aunque solo fuera por una razón meramente egoísta, España necesita mano de obra en sectores como la hostelería o la agricultura. La inmigración ha sido un factor clave en el crecimiento de la economía española, contribuyendo casi al 1% del PIB.
Sin embargo, hay formaciones políticas que utilizan la inmigración para hacer política, asociando inmigración a delincuencia, bajo un discurso xenófobo y racista que va calando en la población.
Hay que darles una oportunidad a estos pequeños, como nos merecemos todos los seres humanos.