El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez no cuenta con los acuerdos parlamentarios para sacar adelante los PGE. Cuando Mariano Rajoy se vio en una tesitura similar y los tuvo que prorrogar por no contar con los apoyos parlamentarios suficientes, Pedro Sánchez entonces líder de la oposición, le pedía a Rajoy que si no era capaz de tener presupuestos, convocara elecciones generales. Utilizó el símil del coche sin gasolina.
Parece que a Pedro Sánchez, siete años después, se le ha acabado la gasolina del coche, solo que no convocará elecciones sino que prorrogará los presupuestos, como hizo Rajoy. Con el coche sin gasolina ni nadie que le empuje, Sánchez sigue siendo el puto amo.
No los presentará porque si lo hace obtendrá una nueva derrota parlamentaria y no se puede permitir el lujo de otra más. Sus socios de ERC ya han dicho que no lo apoyaran. Tampoco Junts.
En estas circunstancias, el presidente del Gobierno debería someterse a una moción de confianza o convocar elecciones. Sánchez ha dejado de tener los apoyos parlamentarios que consiguió para ganar la moción de censura contra el Gobierno de Mariano Rajoy.
Los socialistas piden elecciones en la Comunidad Valenciana por la nefasta gestión de la dana, pero son incapaces de convocarlas a nivel nacional con presuntos casos de corrupción que afectan al entorno del presidente, con el fiscal general del Estado imputado por un presunto delito de revelación de secretos y con su mano derecha, ministro de Transportes y secretario general del PSOE también imputado por un presunto delito de corrupción. La moción de censura que ganó Sánchez se presentó por la corrupción del PP tras conocerse la sentencia de la “Gürtel”, siendo el propio Ábalos quien tomó la palabra para censurar la corrupción del PP. Lo que son las cosas.
Sánchez quiere aguantar toda la legislatura, pese a no contar con los apoyos suficientes. Su principal socio, Sumar, que unas veces dice que hay estabilidad parlamentaria mientas otras vota en contra de medidas como incrementar el gasto en Defensa, ahora seguridad para no herir susceptibilidades. Úsese el término “salto tecnológico” en lugar de rearme.
Sánchez sigue ninguneando al principal partido de la oposición, incluso en un tema de Estado como es la política exterior y el gasto en Defensa, en un momento geopolítico muy complicado donde Europa ya no tiene como aliado a EEUU y debe garantizar la seguridad de todos sus estados miembros.
Escuchamos soflamas antimilitares a Podemos en un momento crítico para la seguridad de los Estados, bajo la amenaza de autócratas como Putin. Este idealismo trasnochado de la extrema izquierda no se corresponde con el momento actual que vivimos.
España debe rearmarse, invertir en Defensa y modernizar sus FFAA que cuenta con medidos y armamento prehistórico, como deben hacer el resto de países de la UE porque la amenaza es real.