El otro día hablando con el presidente de una cooperativa importante de la zona me trasladó su preocupación por el contexto internacional y el riesgo de estancamiento en la economía mundial, tras el anuncio de la política arancelaria de Donald Trump. Es una cooperativa de vinos que exporta más del 70% de su producción y que da trabajo a medio pueblo.
Todos los organismos internacionales han rebajado las previsiones de crecimiento. La última previsión para España de crecimiento del PIB para este año antes de declararse la guerra comercial se situó en el 2,7%. El Banco de España ya ha anunciado que va a rebajar unas décimas esta cifra en su próxima revisión que será en junio.
Aunque nadie se atreve a hablar de recesión mundial, lo cierto es que la situación internacional es de una gran incertidumbre difícil de calibrar que tendrá un impacto negativo en el crecimiento económico de todos los países, también de EEUU. De hecho, ya se está notando en las cifras económicas de EEUU con una popularidad de Donald Trump a la baja.
Cuando parecía que se producían avances para el final de la guerra en Ucrania, la situación económica internacional se tambalea con el anuncio de Donald Trump de imponer aranceles a los productos europeos y al resto de países. Las guerras comerciales no son buenas para nadie. Los mayores perjudicados son los consumidores que tendrán que pagar más por los productos que compran.
EEUU es el principal destino de muchas empresas exportadoras españolas. Existe mucha preocupación porque está en juego la supervivencia de muchas empresas y de muchos puestos de trabajo.
El problema de Donald Trump, entre otros muchos que sería largo enumerar, es que es una persona absolutamente imprevisible y en política económica eso tiene sus riesgos. Anunció aranceles a México y Canadá para después anularlos y lo mismo ha hecho ahora con los productos europeos, postergándolos 90 días. Qué pasará después, no se sabe. Un país no puede gobernarse con criterios empresariales. Trump sigue aplicando sus recetas económicas, como si EEUU fuera una de sus empresas. El mundo era mucho mejor sin Donald Trump.