La izquierda utiliza el dolor de las víctimas para hacer política. Lo vimos con las muertes en las residencias de ancianos en la Comunidad de Madrid durante la pandemia, donde la portavoz del PSOE, Reyes Maroto acusó al Gobierno de Ayuso de ser la responsable directa de estas muertes, calificándolas de “asesinato”. Y lo estamos viendo con las muertes de la dana en Valencia. En política hay ciertas líneas rojas que no deberían sobrepasarse nunca. Jugar con el dolor de las víctimas es una de ellas. Pero a los políticos parece darles igual, si con ello consiguen sumar votos. Hay políticos como Rita Maestre que se consideran moralmente superiores al resto de españoles que votamos otras opciones ideológicas. Esto lo dice, además, una persona que fue pareja de Iñigo Errejón, imputado por un presunto delito de agresión sexual.
La pandemia produjo en España más de 120.000 muertes, más de 30.000 lo fueron en residencias de ancianos que fue el colectivo más vulnerable. De estas 7.291, aunque existen diferentes cifras, lo fueron en las residencias de la Comunidad de Madrid.
Nadie ha acusado a Pedro Sánchez de estas muertes. Él era presidente del Gobierno en plena pandemia y alguna responsabilidad tendrá en lo que fue la gestión del Covid. Sin embargo, sí lo hacen con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz-Ayuso. Parece que las únicas muertes que interesan al Gobierno son las de Madrid y no las del resto de España. Quien suscribe estas líneas ha perdido a amigos y a familiares.
Es evidente que hay un interés político por parte del Gobierno y de los medios afines con señalar a la presidenta Díaz Ayuso de estas muertes. El reportaje que emitió la RTVE, titulado: “7.291”, pagado con dinero de todos los españoles, únicamente se centra en las muertes en las residencias de mayores en la Comunidad de Madrid.
Nadie se acuerda, por ejemplo, de cuando Pablo Iglesias asumió el control único de las residencias de ancianos. El vicepresidente Iglesias se puso al frente de los servicios sociales durante el estado de alarma en el mes de marzo. Fue el propio ministro de Sanidad, Salvador Illa quien delegó en Iglesias estas competencias, entre ellas, las residencias de ancianos que nunca visitó durante la pandemia, tampoco después.
Si hay que investigar lo que ocurrió en las residencias de ancianos de la Comunidad de Madrid que se haga con todas las garantías, al igual que en todas las residencias del resto de España. Pero suena a cierto sesgo ideológico que solo se quiera investigar en la Comunidad de Madrid. Que se investiguen todas las muertes y si pudieron evitarse es una reclamación justa que no debería ser objeto de debate si no se politizara todo. También los muertos.