Cada día nos levantamos con un nuevo escándalo. La política ha llegado a su degradación máxima de la mano de Pedro Sánchez y sus acólitos. Se han rebasado todos los límites de la indecencia política.El Gobierno está absolutamente acorralado y con poco margen de maniobra. Se ataca a los jueces, a los fiscales, a la UCO para paralizar las investigaciones sobre corrupción que hay puestas en marcha sobre el entorno de Pedro Sánchez.  Los socios de investidura siguen apoyando a Pedro Sánchez, a pesar del clima de corrupción que se respira. Partidos como Compromís, integrado dentro de la coalición de Sumar, que piden un adelanto electoral en la Comunidad Valenciana por la nefasta gestión de Carlos Mazón durante la dana, permanecen absolutamente callados en el Gobierno nacional del que forman parte, dando soporte al Ejecutivo de Sánchez. Es una auténtica vergüenza escuchar a Compromís en Les Corts y no verles actuar con la misma contundencia en el Parlamento nacional.

Habría que preguntarles a los socios de investidura que apoyaron la moción de censura de Pedro Sánchez para echar a  Mariano Rajoy después de conocerse la sentencia de la Gürtel que condenaba al PP por financiación irregular, qué les hace ahora seguir apoyando a un Gobierno corrupto que utiliza métodos más propios de la mafia siciliana que de un gobierno democrático.

Vivimos el peor momento desde la llegada de la democracia. Es necesario parar los pies a este Gobierno de prácticas mafiosas, acudiendo a unas nuevas elecciones y que sean los ciudadanos libre y democráticamente quienes decidan.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo no debería perder más tiempo en presentar una moción de censura, aunque no tenga los apoyos suficientes del Parlamento para sacarla adelante. Una moción de censura al objeto de convocar elecciones con carácter inmediato.  Es una cuestión de higiene democrática porque el clima es irrespirable. Las mociones de censura tienen una finalidad política que no solo se mide en número de votos. No se trata solo de números parlamentarios. La moción de censura es una declaración política y moral en un momento de clara degradación de la clase política con políticos que se escudan en su aforamiento para eludir la acción de la justicia. Estaría bien conocer qué formaciones políticas que se llenaban la boca criticando la corrupción del PP, siguen apoyando a día de hoy a Pedro Sánchez.

Es un error que Feijóo no presente la moción de censura. Si fracasa porque no tiene los votos necesarios no será entregar un balón de oxígeno a Sánchez y su Gobierno, como cree el líder del PP. Felipe González presentó una moción de censura en 1980 contra Adolfo Suárez, que perdió, pero aquella derrota le sirvió después para relanzar políticamente su figura y lograr una mayoría absoluta en las elecciones del 82.

¿Qué más tiene que pasar en este país para que caiga el Gobierno de Pedro Sánchez?