El cáncer de próstata es uno de los tumores malignos más habituales en los hombres mayores de 50 años. A pesar de ello, todavía existe un gran desconocimiento acerca de sus síntomas y formas de curación. Uno de sus principales problemas es la ausencia de causas conocidas para su reproducción, por lo que es fundamental diagnosticarlo con precocidad, ya que la tasa de supervivencia para los pacientes que padecen una enfermedad localizada es superior al 90%.

Debido a esto, el Instituto Valenciano de Oncología (IVO) ha desarrollado un programa de Diagnóstico Precoz Oportunista para el Cáncer de Próstata. El IVO, gracias a su especialización oncológica y su experiencia, se ha posicionado como uno de los centros de referencia nacional e internacional con capacidad multidisciplinar y disponibilidad de todo el abanico de alternativas terapéuticas para el tratamiento integral de los procesos oncológicos urológicos, características ambas muy significativas para el buen manejo de esta patología.

Incidencia del cáncer de próstata

El cáncer de próstata es el tipo de tumor maligno más frecuente en los hombres en España, sobre todo en aquellos mayores de 50 años, que padecen más incidencia. Así pues, alrededor de un 10% de los hombres desarrollarán cáncer de próstata a lo largo de su vida. El doctor José Rubio Briones, jefe del servicio de Urología del IVO explica que “se trata de un diagnóstico que aumenta con la edad del que no existe causa conocida”.

La detección precoz, principal reto del cáncer de próstata

Uno de los principales retos urólogos está en la detención precoz del cáncer de próstata. El doctor Rubio indica que “existen dos problemas que pueden generar confusión: el primero es que, en sus estadios iniciales, el cáncer de próstata da los mismos síntomas que la hipertrofia benigna de próstata, que la sufre un 25% de los hombres mayores de 50 años; y el segundo es la creencia general que se trata de un tumor poco agresivo, cuando supone la tercera causa de muerte por cáncer en el hombre en nuestra sociedad”.

Los síntomas más representativos de este tipo de cáncer son: dificultad para orinar, pérdida de fuerza en el chorro de la orina, urgencia de orinar con más frecuencia (sobre todo de noche) o sangre en la orina o en el semen. En ocasiones, cuando la enfermedad está diseminada, el paciente puede presentar dolores óseos por la presencia de metástasis óseas.

En cuanto a las revisiones, los especialistas indican que, a la edad de 40 años, el varón debe consultar un urólogo para que le haga un tacto rectal y un PSA que servirá como basal y marcará la cronología del seguimiento posterior. “Se ha comprobado que una resonancia magnética multiparamétrica y determinados biomarcadores pueden mejorar mucho el diagnóstico de las dos pruebas clásicas. Ante una sospecha debe realizarse tacto rectal, resonancia magnética prostática y una biopsia que lo confirme”, ha indicado el doctor.

Tratamiento individualizado

Para la enfermedad localizada, el tratamiento puede variar desde la vigilancia activa sin tratamiento a la cirugía radical o la radioterapia o braquiterapia. El tratamiento del cáncer de próstata dependerá de su grupo pronóstico y de las características del tumor y del paciente, disponiendo el centro de todas las estrategias terapéuticas actuales tales como vigilancia activa, tratamiento focal, todas las alternativas de cirugía incluida la más novedosa, la cirugía robotizada, radioterapia externa o braquiterapia o tratamientos sistémicos (quimioterapia, hormonoterapia, fármacos contra dianas moleculares, etc.) así como combinaciones de las mismas.

En el Instituto Valenciano de Oncología, las estrategias diagnósticas y terapéuticas óptimas para cada paciente se definen y coordinan a través de dos Comités diferenciados de Diagnóstico y de Tumores Urológicos respectivamente, formados por un equipo multidisciplinar de profesionales en urología, oncología médica, oncología radioterápica, anatomía patológica, radiología, biología molecular, psicología y enfermería.

Un cáncer que responde positivamente

Es un tumor curable”, indica el especialista, “fundamentalmente en estados iniciales, mediante cirugía y/o radioterapia o tratamiento focal”. El porcentaje de recaídas, tras un tratamiento local, oscila entre el 15 y el 20% de los casos y, en este caso, se suelen aplicar terapias de rescate individualizando el caso.

En la actualidad, la supervivencia a 5 años para los pacientes con enfermedad localizada es mayor del 90%, mientras que si está diseminada no supera el 35%.

Programa de detección precoz de IVO

El diagnóstico precoz del cáncer de próstata ha avanzado considerablemente y su pronóstico mejora si se detecta en fases iniciales. Por ello, el IVO ha desarrollado un programa de Diagnóstico Precoz Oportunista para el Cáncer de Próstata, mediante un tacto rectal y una analítica de sangre para determinar el PSA; ante tacto sospechoso y dos PSAs por encima de 3ng/ml se realiza una resonancia magnética y se lleva el caso a un Comité Uro-Radiológico donde se perfila la necesidad de biopsia y si ésta es con fusión, para optimizar el diagnóstico de cáncer de próstata de alto grado y minimizar así el sobretratamiento que se ha dado en épocas pretéritas.