¿Cómo se ha vivido esta crisis sanitaria en el IVO?

R.- Como toda la sociedad, hemos vivido esta crisis sanitaria con gran preocupación. No hay que olvidar que estamos ante una pandemia provocada por un virus desconocido del que todavía desconocemos muchos aspectos epidemiológicos, preventivos y terapéuticos. Pero sí que sabemos que tiene una gran capacidad de infectar y que provoca una alta mortalidad, sobre todo en pacientes mayores (de más de 70 años) y con enfermedades crónicas, ambas situaciones muy frecuentes en los pacientes con cáncer. Por ello, nuestra preocupación era doble; por una parte, proteger a los pacientes y sus familias y por otra, proteger al personal sanitario de la institución, ya que ambos pertenecen al grupo de alto riesgo.

¿Cómo puede afectar contraer la Covid-19 a personas con cáncer?

R.- Los pacientes con cáncer tienen, en general, un mayor riesgo tanto de infectarse como de morir por la infección de Covid. Pero, además, las pandemias provocan sobresaturación de los sistemas de salud y priorización de la atención sanitaria hacia la pandemia, lo que produce unas condiciones que pueden justificar desviaciones en el diagnóstico y tratamientos estándar en los pacientes con cáncer, algunas de ellas con gran impacto en los resultados. No podemos olvidar, que independientemente de la pandemia, cada año continúan diagnosticándose en nuestro país más de 250.000 nuevos casos de cáncer que requieren del mejor tratamiento posible para mejorar sus posibilidades de supervivencia y de curación.

¿Qué medidas y protocolos se han implantado en el IVO para garantizar la seguridad de los pacientes?

R.- Desde el primer momento se elaboraron unas normas para proteger tanto a los pacientes y sus familiares como al personal sanitario y, para asegurar la actividad en consultas, hospital de día y hospitalización, se hicieron modificaciones en la dinámica de trabajo. A todos los pacientes que acudían al hospital, tanto a urgencias como a hospitalización y consultas externas, se les realizaba un triaje para despistaje de la infección. Los pacientes con sospecha clínica de infección seguían un circuito asistencial separado del resto de pacientes. Se disminuyeron las consultas presenciales en el hospital, realizando, en los casos donde era posible, consultas telemáticas o retrasando revisiones no esenciales. Restringimos también el número de acompañantes (máximo uno) y ampliamos salas de espera para disminuir aglomeraciones de pacientes y familiares.

Esta crisis sanitaria ha supuesto la suspensión de actividad tan importante como es la prevención y diagnóstico ¿qué consecuencias va a tener y cómo se está gestionando su reanudación?

R.- Efectivamente, en el IVO, al igual que en el resto del país, se suspendieron los programas de diagnóstico precoz que tenemos en marcha (mama, cérvix, colon, próstata y pulmón), pero desde el pasado 12 de mayo ya se han reanudado todos ellos. Puede que esta demora en el proceso diagnóstico pueda traducirse próximamente en una mayor incidencia de tumores avanzados, pero las consecuencias no podremos evaluarlas hasta pasados unos meses.

¿Cuáles son los principales temores y preocupaciones que estáis encontrando en los pacientes?

R.- Los pacientes oncológicos están viviendo la pandemia por coronavirus con un doble temor: el miedo al contagio y el miedo a una enfermedad como es el cáncer. Los pacientes entienden perfectamente las medidas adoptadas y han evitado en lo posible las visitas presenciales en los hospitales, sin dejar de acudir a las pruebas o tratamientos necesarios. Lo más importante es potenciar la comunicación con los pacientes y familiares. Los pacientes con cáncer deben saber que van a continuar recibiendo una asistencia oncológica de calidad.

¿Cómo ha sido la comunicación-relación con el paciente oncológico durante este tiempo?

R.- Afortunadamente, en nuestro caso, ha sido una relación muy fluida, ya que se ha facilitado al máximo las consultas telefónicas para responder las dudas y preguntas y en todo momento los pacientes han sido atendidos presencialmente si así lo consideraban el paciente o el médico.

De cara a la desescalada y ante la alerta de nuevos brotes. ¿Qué medidas de prevención deben de mantener los pacientes oncológicos? ¿Y sus familiares?

R.- Las cifras de incidencia y mortalidad nos hacen pensar en que estamos en la fase final de esta pandemia y por tanto es necesario normalizar cuanto antes la asistencia sanitaria a los pacientes con cáncer. No obstante, la pandemia no ha finalizado y siempre queda, además, la preocupación por un posible rebrote; por ello hay que continuar siendo prudentes y sensatos y debemos continuar con medidas de control y seguridad (distancia física, mascarillas, lavado de manos y test a los pacientes con sospecha de infección). Debemos persistir con medidas preventivas, limitando el número de familiares y escalonando las visitas para impedir aglomeraciones en las salas de espera.

Los expertos alertan de que uno de los efectos colaterales de esta crisis será las largas listas de espera en todas las especialidades. ¿Hay lista de espera en el IVO?

R.- Dados los retrasos que se han producido en las revisiones y en las exploraciones radiológicas no esenciales, se prevé, que en los próximos meses, sobre todo en otoño, se pueda producir un aumento importante en las consultas de especialidades, pero los pacientes oncológicos no deberían sufrir listas de espera, ya que la supervivencia de estos pacientes depende, en gran medida, de la rapidez con que se realice el diagnóstico y se inicie el tratamiento. Desde siempre, una de nuestras preocupaciones, es evitar listas de espera, por lo que en el IVO estamos preparados para atender ese posible aumento de la demanda.

¿Han completado los pacientes del IVO sus tratamientos durante la pandemia de coronavirus? ¿De qué manera se han visto afectados?

R.- Todos los pacientes del IVO han recibido y completado su tratamiento, ya que todos los servicios han continuado trabajando con normalidad. No se han suspendido cirugías y se han realizado los tratamientos de quimioterapia y radioterapia programados. En algunos casos, cuando era posible y con el fin de proteger a los pacientes, se han adaptado algunos tratamientos, como potenciar los tratamientos orales de quimioterapia o disminuir las sesiones de radioterapia