No cabe duda de que a Santiago Vernia le gusta sentirse bien rodeado. La suya es la historia de un intrépido soñador que lejos de conformarse con las comodidades que aporta su oficio de farmacéutico en Villarreal, un buen día decidió embarcarse en la aventura de producir su propio vino, para lo que se rodeó de unas vides únicas de Bobal, de casi un siglo de vida, acostumbradas a sufrir los rigores del clima de Requena en un continuo estado de estrés hídrico. Encontró lo que buscaba en la pedanía requenense de Campo Arcís, en unas viejas parcelas cultivadas al pie del cerro Gallina, de ahí el nombre de la bodega.

Con las sabias manos de Carlos y Raquel, viticultores y bodegueros, y el asesoramiento técnico del reputado enólogo José Hidalgo, Santiago vio cumplirse su sueño con la primera añada -2008- de Cerrogallina, un tinto de Bobal muy expresivo que mantiene toda su carga frutal pese a los dieciocho meses de crianza en barrica de roble que inciden en su estructura y complejidad. Durante todos estos años, la bodega se ha mantenido fiel a su espíritu inicial: elaborar un tinto que defina una uva, un terruño y una manera de entender el vino basada en una viticultura de precisión en la vieja parcela del Cerrogallina, donde un singular viñedo de Bobal de ínfima producción -apenas un kilo de uva por cepa- con casi un siglo de vida ha sabido sobreponerse a las adversidades en ocho hectáreas de terreno pobre en materia orgánica pero muy diverso en su tipología, factor que tiene una incidencia directa en el resultado final.

Además del tinto de Bobal, la bodega elabora desde la añada de 2016 un tinto de Pinot Noir, una de las variedades más elegantes y, a la vez, difíciles de trabajar, aunque en este caso, el equipo de viticultura y enología de la bodega ha conseguido que la uva se exprese en toda su magnitud. Tanto el Bobal como el Pinot Noir son vinos de edición limitada que pueden encontrarse en tiendas especializadas, restaurantes gastronómicos y directamente en bodega a través de la tienda online que tienen alojada en su página web, que durante estos meses ofrece importantes descuentos.

Cerrogallina bobal

Es un vino capaz de vencer al tiempo. Su primera añada data de 2008, y cosecha tras cosecha el vino ha ido perfilando sus cualidades. En la actualidad se encuentra en el mercado la añada de 2016, de la que apenas se han embotellado 13.000 unidades. Se elabora con las uvas de una parcela de más de 90 años cultivada en vaso y en estricto secano. El tiempo de crianza varía en función de las características de cada añada, siempre buscando respetar al máximo el carácter frutal del Bobal pero aportando estructura y complejidad.

Es un tinto de color rojo picota de capa alta, con aromas de frutos rojos y negros casi acompotados, matices de especias, notas tostadas y fondo de bosque bajo y flores azules. En boca es potente y untuoso, largo, bien equilibrado, con sutil tanino y notable persistencia.

Cerrogallina Pinot Noir

La añada de 2016 ha dado apenas 4.000 botellas, lo que permite hacerse una idea de la exclusividad de este vino. Es el fruto de un trabajo iniciado a principio de siglo cuando decidieron plantar una pequeña parcela con esta aristocrática uva. Se ha mimado la vid hasta el extremo con el objetivo de obtener unos racimos pequeños y sueltos que facilitasen una vinificación artesana.

Es un vino de aspecto brillante, de color rojo cereza de capa media. Presenta delicados aromas en los que sobresalen los recuerdos a fruta roja (grosellas y fresas silvestres), notas de flor roja, toques de especias propios de la barrica y un elegante fondo mineral y balsámico. En boca se muestra fresco y elegante. De extrema finura y buena acidez, tiene un final muy aromático.

Bodega Cerrogallina

Travesía de la Industria, 5

46352 Campo Arcís - Requena (Valencia)

Tel. 676 897 251

info@cerrogallina.com