El 12 de mayo fue designado "Día Internacional de la Fibromialgia y el Síndrome de Fatiga Crónica" en homenaje a la fecha de nacimiento de Florence Nightingale, la mujer considerada ‘madre’ de la enfermería.

Fue la primera mujer admitida en la Royal Statistical Society británica, y miembro honorario de la American Statistical Association, que comenzó aplicando sus conocimientos de matemáticas a la epidemiología y a la estadística sanitaria.

Fundó la primera escuela laica de enfermería en el mundo, en 1860, y su trabajo fue la fuente de inspiración de Henri Dunant, fundador de la Cruz Roja y autor de las propuestas humanitarias adoptadas por la convención de Ginebra.

Por eso hoy se celebra también el Día de la Enfermería, junto con el de la fibromialgia y el de la fatiga crónica. Con el objetivo de concienciar a la población acerca de estas enfermedades que padecen entre el 3% y el 6% de la población mundial.

dolor de cabeza Tired teen girl feeling dizzy, having panic attack, young woman massaging temples sitting on sofa at home, suffering from chronic migraine, stressed teenager experiencing sudden strong headache

Más de un millón de pacientes con fibromialgia

No fue hasta la década de los 80 cuando se comenzó a reconocer la fibromialgia como una patología.

Pacientes que sufría un dolor continuo en su cuerpo eran ridiculizados, tratados como «quejicas», o incluso en no pocos casos se llegaba a insinuar que lo único que querían era obtener una baja laboral por, aparentemente, nada.

Afortunadamente esto ha cambiado y mucho. Cada vez es más amplio el conocimiento científico de este síndrome, de su epidemiología, su diagnóstico y su enfoque terapéutico.

La Sociedad Española de Reumatología calcula que entre un 2% y un 4% de la población española sufre fibromialgia.

Es decir, más de un millón de personas mayores de 18 años padecen esta patología, y de ellos un 90% son mujeres. Esto da cuenta de que la fibromialgia es un importante problema tanto sanitario como social.

Y los expertos incluyen el aspecto social porque la calidad de vida de los pacientes se ve muy afectada cuando la fibromialgia se presenta.

Como explican los reumatólogos, esta patología se caracteriza por la presencia de un intenso dolor generalizado crónico, una fatiga que no mejora con el reposo…

Además, produce insomnio y otros síntomas como:

  • «Hormigueo en las extremidades
  • Trastornos abdominales
  • Necesidad de orinar con frecuencia
  • Ansiedad
  • Depresión».

A todo esto, hay que sumarle la frustración que sienten los pacientes que con estos síntomas acuden a su médico, y ven que todas las pruebas diagnósticas habituales (análisis, radiografías) salen bien.

Síntomas

En las primeras manifestaciones de la fibromialgia, el paciente empieza sufriendo un dolor musculoesquelético generalizado, constante y que perdura durante mucho tiempo, que se acompaña, además, de fatiga y problemas de sueño y memoria.

También se empiezan a manifestar en el paciente variaciones constantes en el estado de ánimo, que a veces todavía dificulta más el cuidado de los allegados.

La sensación de dolor constante y extrema se debe, según los expertos, a que se ve afectada la forma en que el cerebro y la médula espinal procesan nuestras señales de dolor.

Según los estudios, la fibromialgia no se transmite directamente de padres a hijos, aunque diversos investigadores señalan que es más alta la probabilidad de padecerla si algún familiar cercano la ha sufrido.

Es más, en las investigaciones de ADN de familiares de personas que se ven afectadas por diversos síndromes caracterizados por dolor crónico, se han descubierto genes que explicarían este aumento del número de casos en esa consanguinidad.

Y es que, cada uno de esos genes analizados tiene una relación directa con el tipo de respuesta que nuestro sistema nervioso genera ante el dolor.

Genes coincidentes con la depresión y la ansiedad, que confirman cómo los enfermos de fibromialgia conviven, en muchas ocasiones también, con este tipo de afecciones.

dolor de cabeza Freepik

Recomendaciones

Los tratamientos de los que se dispone a día de hoy no son «completamente satisfactorios», pero hay que subrayar que «la fibromialgia es una enfermedad que puede controlarse», tal y como asegura la SER.

¿Cómo? Los expertos dan algunas recomendaciones para que estos pacientes comprendan y manejen su enfermedad.

Descanso: para muchos de los pacientes con fibromialgia el síntoma predominante es más el cansancio que el dolor. En cualquier caso, descansar es esencial. Dormir un número adecuado de horas mejorará la sensación de cansancio y fatiga. Y para mejorar el descanso es muy recomendable seguir estas sencillas instrucciones:

  • Evita tomar café, té o alcohol antes de dormir.
  • Nada de ver la televisión en la cama, ni utilizar el móvil o aparatos similares antes de dormir.
  • Establecer una hora adecuada para ir a la cama.

Ejercicio físico: Realizar algún tipo de actividad física es fundamental para el tratamiento de la fibromialgia. De hecho, estudios científicos han demostrado que el ejercicio puede reducir el dolor y mejorar la flexibilidad y el estado de ánimo.

Pero antes de ponernos en marcha debemos tener en cuenta algunos detalles para realizar ejercicio correctamente:

  • Mejor evitar los deportes de contacto como el fútbol, el baloncesto, el balonmano…
  • Realizar ejercicio diariamente durante al menos 20 minutos.
  • Comenzar con actividades más moderadas e ir aumentando la intensidad poco a poco. Reducir esta intensidad si los síntomas de fibromialgia aumentan.
  • Los expertos señalan como mejor opción realizar actividades físicas dentro del agua (natación, aquagym, etc.), porque tensan menos las articulaciones.

Alimentación saludable: al igual que si no existiera la fibromialgia, la recomendación en estos casos es llevar una dieta saludable, comiendo de todo en cantidades moderadas. ¿La mejor dieta? Sin duda la mediterránea.

No fumar: Fumar siempre está desaconsejado, pero en el caso de las personas con fibromialgia se ha demostrado que favorece que la enfermedad sea más grave y difícil de tratar.

Cuidar el entorno social: Aunque parezca un tema menor, es importante explicar al entorno la causa del cansancio y el dolor que estos pacientes sufren a diario. De esta manera no sólo comprenderán algunas actitudes del paciente, sino que pueden ayudarle a desahogarse y afrontar la enfermedad.

Informar en el entorno laboral: El impacto de la fibromialgia en la actividad laboral de los pacientes es total. Por eso desde la Sociedad de Reumatología recomiendan que «en caso de que no puedas hacer tu trabajo debido a los síntomas y limitaciones de la enfermedad, comunícalo a tu empresa y a tu médico».