El avance y mejora de los tratamientos terapéuticos realizados en los últimos años en el cáncer renal está logrando aumentar de forma notable la supervivencia de los pacientes aquejados de un cáncer renal en España, en especial en el caso de los tumores metastásicos.

Según han destacado los expertos de la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.), que con motivo del Día Mundial del Cáncer de Riñón que se celebra este 17 de junio, ha querido informar de la situación del tumor renal en nuestro país.

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El cáncer renal es un tumor que aparece con más frecuencia entre los hombres, y que afecta principalmente a personas a partir de los 50 años.

En nuestro país se diagnostican anualmente unos 7.000 nuevos casos según los datos que facilita la Sociedad Española de Nefrología (SEN).

Existen diversos tipos de tumores renales (tanto benignos como malignos), si bien el más habitual es el carcinoma de células claras, que representa en torno al 80% de los casos de tumor renal.

Además de éstos, también se diagnostican los carcinomas papilares, entre el 10 y el 15 % de los casos de tumores renales, y carcinoma cromófobo, que afecta al 5% de los pacientes con cáncer de renal.

Un tumor sin apenas síntomas

Como ocurre con otros tumores, el cáncer de riñón es una neoplasia que se caracteriza por su difícil diagnóstico, en especial en los estadios iniciales, en los que apenas muestra síntomas.

De hecho, en muchas ocasiones los médicos lo detectan de forma casual al realizar al paciente pruebas para cualquier otro problema o incluso de forma rutinaria.

A pesar de ello, 1 de cada 10 pacientes si experimentan algunas molestias como:

«Los tumores renales más habituales son de tamaño pequeño, de evolución favorable, y que con cirugía y el tratamiento estandarizado posterior presentan muy buenos resultados», cuenta el doctor Fernando Simal, jefe de la Unidad de Nefrología del Hospital El Bierzo (León) y también especialista en urología.

Pero donde más se ha avanzado en los últimos años es en el cáncer de riñón de tipo metastásico, es decir, aquel en el que el tumor se ha extendido a otros órganos o partes del cuerpo.

En este sentido, un mayor fomento del diagnóstico precoz en las personas con mayor riesgo de tener este tipo de tumores contribuiría a detectarlos antes, y, por tanto, a tratarlos con mayor eficacia y a aumentar la supervivencia y curación de los pacientes.

«Sería interesante apostar por realizar pruebas de cribado o screening a los pacientes de más de 50 años, sobre todo en aquellos que presentan los mayores factores de riesgo ante este tipo de tumores, como son la hipertensión, la obesidad, los antecedentes familiares y el tabaco. Realizando revisiones médicas periódicas, con pruebas que impliquen ecografías abdominales, por ejemplo, seguiríamos avanzando en su diagnóstico de modo notable», añade el nefrólogo.

La importancia de la alimentación en cáncer renal

Diversos estudios científicos han revelado la asociación y mayor predisposición al cáncer renal en personas con algunas patologías renales, como poliquistosis renal (PQRAD) o insuficiencia renal en programa de diálisis.

De ahí la importancia de realizar un buen seguimiento a este tipo de pacientes, y de cuidar y controlar otros aspectos, como es el caso de la alimentación.

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Para la presidenta de la SEN, la doctora Patricia de Sequera, «la alimentación es un aspecto clave de nuestro bienestar y nuestra calidad de vida, una de las mejores herramientas de prevención de muchas enfermedades y frente a algunos de los síntomas y efectos secundarios causados por una patología o por los tratamientos. Esto es muy importante en el caso del cáncer renal, ya que influye en el estado nutricional de las personas diagnosticadas», subraya.

Un buen estado nutricional permite afrontar mejor los tratamientos y complicaciones físicas que pueden surgir, favorece la recuperación y mejora la calidad de vida.

Los riñones son los encargados de preservar el equilibrio de agua y minerales en nuestro cuerpo, mantener los niveles de sal, azúcar y nutrientes en la sangre y liberar del organismo aquello que no se necesita.

Por eso, el que los pacientes con cáncer renal sigan una dieta equilibrada es esencial para ayudar a los riñones que funcionen correctamente.