El Virus del Papiloma Humano es una cuestión que afecta tanto a mujeres como a hombres. Y es que, a la hora de infectar, el VPH no distingue entre sexos y los varones son una parte muy importante en todo lo que tiene que ver con este virus.

Y es que los hombres no solo sufren la enfermedad, sino que además la transmiten.

Un ejemplo de la importancia de este aspecto es que en Estados Unidos hay más casos de cáncer de boca o garganta en varones (producidos por el Virus del Papiloma Humano) que casos de cáncer de útero (también a causa del VPH), en mujeres. Por lo tanto, los varones deben ser tenidos en cuenta a la hora de realizar campañas de prevención y, por supuesto, en la vacunación frente a este virus.

¿Qué es el virus del Papiloma Humano?

Pues más que un virus, deberíamos hablar de una familia de virus, formada por unos 200 microorganismos. Cada uno de ellos tiene predilección por una zona del cuerpo. Los hay que infectan las manos y las plantas de los pies produciendo las conocidas verrugas cutáneas.

Pero hay otro grupo, unos 40 tipos de VPH, que prefieren infectar el área anogenital, la boca y garganta. 15 de ellos son considerados como virus con alto riesgo de producir cáncer.

De hecho, son responsables del 99% de los casos de cáncer de cuello de útero (cérvix), del 84% de los casos de cáncer anal, del 70% de los casos de cáncer de vagina, del 47% de los casos de cáncer de pene, del 40% de los casos de cáncer de vulva y de entre el 16 y el 28% de los casos de cáncer en la orofaringe (faringe, laringe y boca).

En resumen, el VPH es mucho más que el cáncer de útero que afecta sólo a las mujeres.

Según nos explica el doctor Jesús de La Fuente, Jefe de Sección de Ginecología y Obstetricia en el Hospital Infanta Leonor de MadridHospital Infanta Leonor de Madrid, en nuestro país, las infecciones las producen habitualmente dos subtipos de este virus, el VPH 16 y 18.

«Esto no es casualidad, porque son los tipos de virus del papiloma humano que mejor han aprendido a esconderse y evitar ser destruidos por nuestras defensas. Y es que la persistencia viral es la clave. Como son los que más resisten en nuestro cuerpo, son los más capaces de producir lesiones importantes y cáncer».

Uno de los primeros aspectos que es importante aclarar es que este virus se transmite por el contacto directo entre las superficies infectadas, bien sea piel con piel, mucosa con mucosa o piel con mucosa.

Por lógica, la principal vía de transmisión de los virus del papiloma humano que se encuentran en los órganos sexuales son las relaciones sexuales con o sin penetración, y los contactos digital-genital y oral-genital.

Se calcula que aproximadamente entre el 80 y el 90% de personas que tienen relaciones sexuales van a tener contacto con el VPH, en varios momentos de su vida. Y decimos personas porque, insistimos, este tipo de virus no distingue sexo ni edad a la hora de infectar.

Afortunadamente, y a pesar de ser tan frecuente, los contactos iniciales con el virus en la mayoría de las ocasiones son controlados gracias a nuestro sistema inmune y no producen ningún problema.

“Sin embargo, a lo largo de nuestra vida sexual, es muy probable que tengamos contacto con el VPH varias veces, de tal forma que puede llegar un momento que nuestro sistema inmune no sea capaz de controlar la infección y, como dice el refrán, “tanto va el cántaro a la fuente que acaba por romperse”, es decir, puede generar un importante problema de salud”, explica el doctor de La Fuente.

La única forma eficaz de prevenir la infección por VPH es la vacunación. El resto de las medidas no son del todo efectivas.

El uso del preservativo es recomendable siempre, no sólo ante el VPH, sino frente a cualquier infección de transmisión sexual. Pero hay que subrayar que su uso no impide completamente el contacto con el virus del papiloma humano, por varios motivos.

El primero es porque cuando se usa a veces no se usa bien, ya que no se pone desde el inicio de la relación.

El segundo motivo es que el preservativo no protege toda la superficie que entra en contacto con otra durante una relación sexual (el escroto, el monte de venus, los labios vulvares…).

Y, por último, porque la impermeabilidad del preservativo al virus no está del todo aclarada. Aun así, lo más recomendable es usarlo si tenemos relaciones sexuales con parejas no estables o de riesgo.

Enfermedad sin síntomas y sin tratamiento

Las infecciones por VPH no tienen síntomas en la mayoría de los casos. Y como la enfermedad pasa inadvertida, la persona infectada puede transmitirla sin ser consciente de que lo está haciendo.

Además, y éste es otro de los grandes problemas, algunas de las lesiones asintomáticas que produce el virus pueden acabar en cáncer. Sólo pruebas como la citología o el test de detección del VPH pueden buscar este tipo de lesiones.

Por otro lado, el virus del papiloma humano no es como otras infecciones, que con algún fármaco se pueden acabar con ellas. No hay tratamiento que elimine este virus, y cuando aparece la infección lo único que se puede hacer es solucionar los daños que produce (eliminación de las verrugas genitales, tratamiento contra el cáncer o de las lesiones previas).

Al hacerlo se consigue eliminar el virus presente en la zona que se ha tratado, pero no se elimina de otras zonas más alejadas donde pueda estar alojado, escondido.

Otro aspecto particular de este virus es que cuando un hombre o una mujer superan una infección por VPH no siempre generan las defensas adecuadas para evitar una nueva infección por el mismo virus.

Y es que tiene la peculiar habilidad de pasar ‘escondido’ ante el sistema inmune. Por eso la vacunación se convierte en el arma fundamental para defenderse de él.

Vacunación la mejor forma de protección

Ahora que tanto se habla de virus y de la búsqueda de vacunas eficaces, una que ya está disponible es la del VPH. Y su administración es la única forma eficiente de evitar ser infectado por este virus.

El mejor momento para vacunarse frente al VPH es antes de mantener las primeras relaciones sexuales. En España, el calendario financiado por el estado incluye la vacuna para niñas a los 12 años. Sí, solo para niñas.

Para los niños no está incluida en el calendario de vacunación, pero tanto pediatras como ginecólogos recomiendan su administración también en varones, porque pueden sufrir la infección y porque la transmiten, como ya hemos visto.

Pero ¡nunca es tarde para vacunarse frente al VPH! Si una mujer o un hombre de mayor edad deciden vacunarse pueden y deben hacerlo, porque en algún momento de su vida podrán estar en contacto con el virus del papiloma humano. La vacunación es posible incluso si ya se ha padecido la infección.

Hay otra forma de prevenir el VPH antes de que produzca cáncer o lesiones previas al mismo. Pero, a día de hoy, esto sólo es posible hacerlo en el útero mediante una citología o un test de VPH, pero no en el ano, la vulva, la vagina, el pene o la zona orofarígea.

La influencia que el VPH tiene en el desarrollo del cáncer de útero, ano, vagina, pene, justifica plenamente la insistencia de hablar de vacunación tanto en mujeres como en hombres. Y es que este virus está ahí y, con mucha probabilidad, nos toparemos con él en algún momento a lo largo de nuestra vida sexual.