Hacía más de año y medio que no veíamos a los artistas actuar frente a una marea de gente, pero parece que poco a poco se trata de volver a la normalidad. En pleno auge de los contagios de coronavirus en los Estados Unidos debido a la variante Delta, Chicago ha acogido durante los últimos días uno de los mayores festivales del país, Lollapalooza, con más de 100.000 asistentes cada día.

Para poder acudir a los conciertos, los asistentes debían enseñar o bien su carnet de vacunación, o bien una prueba PCR negativa realizada como máximo durante las últimas 72 horas. Los primeros podían moverse por el recinto sin mascarilla, mientras que a los segundos se les exigía llevarla.

La organización del macro evento aseguró que solo el 8% de los asistentes no llevaron ningún tipo de documentación y que, por tanto, no les dejaron acceder a los espectáculos. No obstante, las imágenes impresionan después de tanto tiempo sin ver aglomeraciones de gente sin mascarilla ni distancia de seguridad, y por eso las imágenes que ha ofrecido el festival se han viralizado en las redes sociales.