Todo el mundo sabe que conducir exige hacerlo en plenas facultades. Por eso conducir bajo los efectos del alcohol, las drogas o conducir, por ejemplo, por encima del límite establecido está penado con multas y con pérdida de puntos. El vehículo es una máquina que puede ser letal si se pierde el control aunque solo sea un segundo y requiere toda la atención del conductor. Por eso la Dirección General de Tráfico, la DGT, está ajustando las nuevas sanciones para extremar aún más si cabe la conducción.

Entre las conductas penalizadas por la DGT y que llevan asociadas una multa de hasta 80 euros figura algo tan insospechado como comerse las uñas. Esta acción inconsciente para muchos resulta, según la DGT, peligrosa en tanto en cuanto que puede llegar a hacer que el conductor se distraiga durante un momento y pierda la concentración o aparte la vista de la carretera.

Comerse las uñas puede distraer al conductor

Es justo en ese momento cuando la conducción puede verse comprometida y cuando el conductor puede perder el control del vehículo. Es poco probable sí, pero la DGT insiste en que comerse las uñas, al igual que por ejemplo beber o comer mientras se conduce, distrae y puede generar riesgos durante el trayecto.

Comerse las uñas es un hábito que quienes lo padecen está muy automatizado e interiorizado por lo que resulta muy complicado poder evitarlo. En algunos casos, se asocia a momento de ansiedad por lo que el acto es casi reflejo.