El asombroso gesto de un sacerdote al negarle pasar agua bendita en el aeropuerto

El sacerdote explicó lo ocurrido en sus redes sociales

Agua bendita

Agua bendita / Ron Lach

Los controles de seguridad de los aeropuertos son iguales para todos, sacerdotes incluidos. Por lo menos, así lo decidieron los guardias de seguridad del aeropuerto Liszt Ferenc de Budapest cuando el capellán Dávid Kuclsár trató de cruzar el control con una botellita de agua bendita.

El sacerdote explicó en sus redes sociales, en un post que finalmente deicidió eliminar, que siempre que viaja lo hace acompañado de su agua bendita y que nunca había tenido ningún problema. Si bien es cierto que en más de una ocasión ha tenido que dar explicaciones, nunca el problema había ido a más. "Siempre sacaban la botella, siempre era un circo. Así que hoy la saqué de mi equipaje de mano por adelantado, les expliqué que era sacerdote católico y les dije que era una botella de agua bendita", contaba. Sin embargo, esta vez fue diferente: el agente consultó con otros compañeros y finalmente no le permitieron acceder al interior del control con su botella.

Archivo - Varias personas con maletas en la terminal T4 del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.

Archivo - Varias personas con maletas en la terminal T4 del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. / Alberto Ortega - Europa Press - Archivo

La decisión más inesperada

El problema del agua bendita radicaba en que el depósito donde la guardaba no decía los mililitros que contenía. Ante la sospecha de que fuese de mayor capacidad que los 100 mililitros autorizados en los equipajes de mano de los aviones, los agentes del control de seguridad le dieron varias opciones. El capellán podía elegir entre deshacerse del agua bendita y continuar su viaje sin ella, o bien bebérsela.

Tal como él mismo cuenta, y ante la sorpresa de todos, Kuclsár decidió beberse el contenido de su botella. "En 34 años nunca había bebido agua bendita", sostiene el sacerdote, que acaba afeando la actitud de los guardias de seguridad: “Se supone que es un país cristiano donde la libertad religiosa existe como derecho fundamental. Todos los días oímos hablar de la terrible persecución de cristianos en el mundo. Hoy, en el aeropuerto de mi propio país, como ciudadano húngaro, se ha violado mi libertad religiosa", sentencia.

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