Un estudio internacional de 45 investigadores de 17 países con participación de científicos del CSIC ha demostrado que los lagartos de climas fríos son los más afectados por el cambio climático, de acuerdo con los resultados publicados en la revista 'Nature Communications'.

El estudio ha analizado la fisiología de 50 especies y ha determinado que las especies de los lacértidos de climas no tropicales se han ido adaptando evolutivamente al frío, pero no al calor. Muchas especies de lagartos se originaron en climas cálidos del pasado pero desde entonces se han adaptado a medida que la Tierra se ha enfriado.

El aumento de los termómetros, según el CSIC, supone una menor humedad, por lo que el cambio climático genera ambientes que no pueden soportar. Además, señala que el análisis evolutivo muestra que las especies de lagartos surgidas en ambientes tropicales y que se han extendido a climas templados se han ido adaptando al frío, por lo que son muy sensibles y vulnerables a los aumentos de temperatura y al cambio climático.

Los lagartos son especies de sangre fría que dependen del calor, por eso buscan la exposición al sol para alcanzar una temperatura deseada. El estudio se ha centrado en la fisiología de los lagartos lacértidos o lagartijas, un grupo muy extendido por Europa, Asia y África. Los lacértidos tienen especies que pueden sobrevivir al calor del desierto de Namib (entre Angola, Namibia y Sudáfrica), donde los termómetros pueden superar los 40ºC y otros están restringidos en hábitats fríos de montañas de más de 2.000 metros de altitud, como por ejemplo, la lagartija vivípara que puede vivir en el Círculo Polar Ártico, más al norte que cualquier reptil.

"Las lagartijas hoy adaptadas a ambientes de montaña en zonas mediterráneas como la Península Ibérica, donde el calentamiento del clima se predice que va a ser especialmente intenso, confrontarán problemas no sólo de reducción en la extensión de hábitats favorables, sino posiblemente de competencia con otras especies más adaptables", ha explicado el investigador del CSIC, Ignacio de la Riva.

Por último, el CSIC apunta que la hipótesis de que el cambio climático afecta más a las lagartijas de climas fríos se ha confirmado en el caso de la lagartija vivípara. "Las poblaciones en las montañas pirenaicas donde las temperaturas ambientales se acercan a sus temperaturas preferidas ya se han extinguido, un presagio de lo que podría suceder con otros lagartos", ha señalado el profesor de la Universidad de California en Santa Cruz (California), Barry Sinervo, que ha estado estudiando la disminución de lagartos durante más de 10 años.