El olor a libros nuevos, los lapiceros con las puntas afiladas, las gomas de borrar impolutas, las carpetas sin estrenar y, este año, las mascarillas. Miles de alumnos y alumnas han vuelto a las aulas en el curso escolar más extraño que se recuerda, fruto del impacto de una pandemia que, además del cuidado de nuestra salud, ha recordado la importancia que tiene la protección del medio ambiente. Por ello, muchos de ellos contarán este año con una nueva profesora llamada? «Naturaleza». Los responsables de que la «naturaleza» entre en las aulas serán los más de 1.000 docentes de toda España -86 en la Comunitat Valenciana- que se han sumado a Naturaliza, el proyecto educativo de Ecoembes que integra una mirada ambiental en los contenidos de las asignaturas troncales (Lengua, Matemáticas, Ciencias Sociales y Ciencias Naturales). Con esta iniciativa se consigue que la educación ambiental se imparta de forma transversal al currículo escolar sin que haya una carga adicional de contenido. «Esta formación recuerda la importancia que tiene el medio ambiente para el desarrollo de las personas. Se está perdiendo el contacto con la naturaleza... y esta forma de educar pretende recobrar ese vínculo», explica María Isabel Sapena, una profesora de Educación Primaria del CEIP La Paz de Alicante que se ha adherido al proyecto educativo de Ecoembes. «Es importante aprender desde pequeños a respetar el medio ambiente, aunque se viva en una ciudad», resalta la maestra. ¿Cómo transmiten estos profesores el interés por el cuidado de nuestro entorno a los más pequeños? «Hay temas muy comunes como son el reciclaje o la reducción de los residuos que se generan que se pueden vincular muy fácilmente con las Matemáticas», pone como ejemplo Sapena. Otra opción posible: hablar del cambio climático en un análisis de texto en clase de Lengua.

«Tratamos de concienciar a los niños y niñas de que con pequeñas acciones, como comprar solo lo que se necesite, de forma responsable, pueden contribuir al cuidado del medio ambiente», añade la profesora, que insiste en que «todo se intenta vincular con los contenidos que se dan en el día a día». Para conocer mejor nuestro medio ambiente no hay mejor manera que palparlo. Así lo entiende el proyecto Naturaliza, que apremia la necesidad de sacar las aulas al exterior. En un momento en el que las autoridades sanitarias recalcan la importancia de evitar al máximo los espacios cerrados, no hay mejor escenario para reivindicar un aprendizaje ambiental activo que el aire libre, donde los más pequeños tienen contacto directo con la naturaleza y se generan vínculos emocionales. Además, en espacios abiertos se favorece el desarrollo de la autonomía de los niños y las niñas, así como su concentración y su creatividad. «Se incide mucho en el aire libre para dar las clases... y más ahora para combatir la propagación del coronavirus. En las escuelas rurales lo tienen más fácil, pero en la ciudad también se puede hacer con un huerto escolar o incluso en el parque», valora Sapena. Los jóvenes españoles son cada vez más conscientes de la relevancia de la educación en valores ambientales. Así queda reflejado en el estudio de opinión «Jóvenes, educación y medio ambiente», elaborado por More Than Research para Naturaliza entre 3.400 jóvenes de entre 18 y 30 años de toda España. El 90 % de los entrevistados opinan que la educación ambiental debe ser considerada como un instrumento fundamental para hacer frente a situaciones como la actual crisis sanitaria provocada por el coronavirus. Por ello, cada vez son más los profesores que se decantan por llevar a las aulas -o al exterior de las aulas- una enseñanza en la que el medio ambiente cobre un mayor protagonismo. Naturaliza se encarga de dotar a la comunidad educativa de forma gratuita, mediante la Escuela de Docentes, de todas las herramientas y los recursos digitales adaptados al currículo escolar. La convocatoria para que los docentes de Educación Primaria puedan incorporarse a la red Naturaliza y enseñar a sus alumnos desde un prisma medioambiental permanece todavía abierta.