Uno de los grandes retos que tenía el Maratón Valencia Trinidad Alfonso era captar la atención y la simpatía de unos ciudadanos que tenían que ceder las calles y las comodidades al paso de miles de señores en zapatillas. Y lo que se venía apuntando en las dos ediciones anteriores, en la de ayer desbordó todas las previsiones. Prácticamente todas las calles tuvieron una abundante presencia de ciudadanos animando. En algunas de ellas fueron auténticas multitudes y no sólo en las zonas previsibles (calles cercanas a la salida, centro de la ciudad...). La labor de concienciación, los mensaje pidiendo salir a animar y la labor cohesionadora de las comisiones de falla creando grupos de entretenimiento han sido esenciales para alcanzar el gran éxito.