­El Medio Maratón de Valencia Trinidad Alfonso no se consolidó ayer sólo como la carrera de la distancia más rápida de España, sino como una referencia mundial para el colectivo popular. Salvo el tapón que se formó en la postmeta con los corredores que llegaron con tiempos por arriba de 2 horas, la organización recibió miles de elogios. Lo corroboran los testimonios de los corredores, dichosos por correr una prueba «deliciosa» por muchos motivos: el clima (21 grados en el momento de la salida), el ambiente en las calles (con 31 puntos de animación), el majestuoso entorno urbano de la ciudad y, por supuesto, la complacencia de un recorrido llano que permite mejorar las marcas personales. A eso se suma otro aliciente. El efecto llamada de las dos grandes carreras urbanas de Valencia „el Maratón se celebra el próximo 20 de noviembre„ ha agrandado ambas citas. Huelen a pruebas internacionales de calado. Por algo las dos distancias han recibido la Etiqueta de Oro de la federación internacional.

No hubo récord del mundo, posiblemente porque la humedad (72%), el único enemigo de los 21,097 metros de Valencia, restó segundos a los atletas de élite en ese desafío cada vez más posible. Pero el resultado global, en lo que a registros se refiere, fue sobresaliente. Cinco hombres bajaron de una hora, un dato especialmente revelador. Y una mujer, Jepsichir Peres, batió el récord femenino de la prueba al cruzar la meta en 1:07:09. Un tiempazo. No es casualidad el registro femenino. La participación de mujeres ha subido, esta edición, al 23%.

En categoría masculina, lo dicho: cinco «aviones» cubrieron la distancia en tiempos estratosféricos. Kibet ganó en un final apretado con un tiempo de 0:59:27 por delante del marroquí Musptapha El Aziz, que llegó solo dos segundos después (0:59:29), y de Edwin Kipsang Rotich que fue tercero (0:59:32). El keniano Kibet se encontraba entre los favoritos con un valor seguro por debajo de 60 minutos y superó las expectativas. Despuntó entre sus compañeros en los últimos kilómetros antes de cruzar la meta en la Ciudad del Running, junto al tinglado número 2 de la Marina Real del Puerto.

En categoría femenina, el triunfo de Jepchichir se registró con un crono de 1:07:09, con cierta ventaja sobre la favorita de la prueba, la keniana Violah Jempchumba (1:08:22), y de su compatriota Rosa Chelimo (1:09:36). La vencedora, actual campeona mundial de medio maratón, rebajó en 21 segundos la mejor marca del circuito , que ostentaba Netsanet Kebede con los 1:07:30 logrados el año pasado. Media hora antes de su llegada, la keniata Jepchumba corría a ritmo del récord del mundo, pero no fue capaz de mantenerlo. Su «pájara» fue aprovechada por Jempchumba, una diminuta mujer que no supera los 1,50 metros de estatura. Un tamaño que compensa con una cadencia de carrera asombrosa. Una hormiguita atómica.

Detrás de los vencedores, una serpiente multicolor de corredores de 70 nacionalidades cubrieron los 21,097 kilómetros durante las siguientes 2 horas. De los más de 13.500 corredores que tomaron la salida, 11.768 cruzaron la meta, lo que supone un nuevo registro histórico de finishers en el Medio Maratón de Valencia. La última en llegar, la boliviana Elisa Cruz, tardó 3 horas y 11 minutos, pero recibió los mismos honores que los primeros.

La 26 edición de la carrera deja otros datos para el recuerdo. La Fundación Trinidad Alfonso recaudó 11.768 euros para la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer de Valencia (AFAV).

El embudo de la postmeta

La única mancha de la prueba fue el embudo que se formó entre la línea de meta y la zona de hidratación en el momento de mayor llegada de corredores, pasadas las 2 horas y cuarto. La organización habilitó puertas de desalojo y más tarde pidió disculpas mediante un correo electrónico enviado a cada uno de los participantes.